Buenas sensaciones
No comimos mal, no, aunque bebimos mejor, en este local del que también se ha hablado en esta página. El restaurante estaba hasta la bandera, y eso que era un día de lluvia entre semana. Nos colocaron en una mesa junto a una de las ventanas desde el que se contemplaba un agradable paisaje de campos y montañas.
De su amplia carta pedimos, como entrantes a compartir, siguiendo las recomendaciones de algunos de los que me preceden, un plato de queso cántabro con anchoas (12,5€) y una ración de albóndigas de buey (9,5€). Ambos estaban muy buenos, pero estas últimas eran deliciosas, posiblemente las mejores que he comido nunca. Seguidamente nos trajeron un chuletón de vaca a la plancha acompañado de patatas fritas y pimientos del piquillo, de buen sabor, aunque no todo lo tierno que hubiera sido deseable. El acabado de la carne había que terminar de dárselo en una plancha en la propia mesa, con lo cual ésta se quedaba muy justa de tamaño. Aunque este sistema tiene la ventaja de permite preparar la carne a tu gusto, prefiero que ésta venga ya preparada de cocina. En resumen, la chuleta no estaba mal, pero sinceramente me esperaba algo más al ser uno de los platos más demandados. El precio, eso sí, imbatible (28€). Como postres pedimos arroz con leche (4€) y tarta de galleta (4€), que fueron lo más flojito de la comida.
El apartado del vino está muy bien resuelto, con excelentes copas y una buena carta, aunque es una pena que ésta no recoja nada más que una pequeña parte de las existencias de la bodega y que no mencione las añadas. A la hora de pedir pensaba ponernos en manos de Fonso, pero cuando vi que tenían el Dalmau a ¡38€! no me lo pensé dos veces. El vino, la última botella de la cosecha de 2001 que les quedaba, estaba soberbio, en su momento de consumo perfecto.
Terminamos la comida con unos cafés, seguidos de un Gin-tonic de Miller y un licor de ¿frambuesa?, éstos últimos por invitación de la casa. Antes de marcharnos nos despedimos de Fonso, con el que habiamos charlado ya un rato cuando nos llevaron el vino, persona cercana y muy agradable, al igual que todo el personal que atiende la sala.
-
-
Buena visita hiciste. Lo de la carne, pues no sé quizas haya sido la pieza, pero suele ser de muy buena calidad. En cuanto al tema de de la piedra, pues es a gustos; a mi por ejemplo la piedra no me entusiasma porque recuece un poco, prefiero los sitios en los que te ponen una mini parrilla con brasas.
Otro dia echale un tiento al cochinillo o al lechazo a ver que te parecen.
-
en respuesta a Moongoose Ver mensaje de Moongoose Ya tuve en cuenta también lo del cochinillo y el lechazo, así como los huevos con foie y el bonito escabechado, pero había que elegir, y, esta vez, se quedaron fuera. Estoy obligado a repetir, cosa que haré con gusto. Saludos.
Josean
-
-
en respuesta a jacomur Ver mensaje de jacomur Quizás tengas razón, pero el 7 me parecía que tampoco se ajustaba a lo servido teniendo en cuenta que el segundo plato (chuletón) y los postres (tarta de galleta y arroz con leche) no me parecieron de un nivel notable. En el caso de la carne probablemente se tratara de falta de suerte en la pieza que me tocó, pues ni en los mejores restaurantes de producto son capaces de mantener siempre el mismo nivel de calidad (a fin de cuentas cada vaca es un mundo). Aún así, me quedo con buen recuerdo y con ganas de volver. Un saludo.
Josean
-
en respuesta a Joseangel Ver mensaje de Joseangel Bueno, si los postres y la carne no te convencieron es cierto que el 7 se queda algo elevado, debió de ser mala suerte con el corte pues la carne siempre es de notable y algunas veces de sobresaliente. El escabeche de bonito, los huevos con foie, los perrechicos del Valle de Soba en temporada y los judiones con setas son igualmente fantásticos. Y por encargo, cocido montañés de primera. Para lo del vino y mientras no actualice la carta lo mejor es preguntar o incluso bajar a la bodega. No te puedes imaginar el Champagne que tiene…
Saludos,
Eugenio. -
en respuesta a EuSaenz Ver mensaje de EuSaenz Mi idea era dejarnos aconsejar por Fonso en la elección del vino (para la comida ya iba suficientemente bien aconsejado por todos los que conocéis a fondo este local), pero como al principio no lo veíamos por la sala y vi que en carta tenían el Dalmau, me decidí pedir sin contar con él. Después fue el mismo quien se acercó a servirnos el vino y ya entonces tuve oportunidad de hablar con él. En otra ocasión, que creo será en breve, pues me he quedado con buen recuerdo del restaurante, me pondré en sus manos. Saludos.
Josean
-
Una verdadera lástima la chuleta, pues la regularidad en la calidad es bandera en Las Piscinas.Personalmente,tampoco me entusiasma la piedra,sobre todo en las chuletas grandes,pues hay que cambiarla al perder temperatura.En cuanto al vino,muy bueno ese Dalmau 2001 del que he bebido allí un par de botellas...y a que precio! Como todos los vinos que tiene.
Restaurante de referencia en la región para muchos de nosotros,por lo bién que se come,lo bién que se bebe,lo bién que te tratan y lo que pagas por ello.
Saludos.
Javier -
en respuesta a kalza Ver mensaje de kalza La chuleta servida no estaba mal, simplemente que me esperaba que estuviera algo más tierna, habida cuenta de lo bien que se había hablado de este producto en esta página. Seguro que fue simplemente mala suerte. He acudido a locales muy afamados por la calidad de su carne y no siempre he encontrado el mismo nivel, por lo que entra dentro de lo normal que aquí a veces ocurra lo mismo. Un saludo Javier.
Josean