Peregrinación de veremeros
Después de visitas anteriores a este restaurante de referencia y comentado aquí en varias ocasiones, por fin pudimos zanjar un asunto pendiente: acudir allí toda la familia. Parece que no eramos los únicos de Verema. Éramos 6 personas y compartimos 4 primeros: croquetas caseras-caseras, mollejas a la plancha, la torta pasiega y –como no – los huevos con foie frito, y sus patatas. Un detalle: tenemos siempre limitaciones por problema de intolerancia al gluten. Y sinceramente se echa en falta más sitios específicos para celíacos o mucho mejor, algunos platos, 2-3, adaptados porque no se trata solo que el producto lleve o no harina de trigo (croquetas, fritos, salsas), sino que los alimentos NO se hayan mezclado ni tocado. Preguntamos por los champiñones rellenos, pero nos dijeron que llevan harina. La torta viene con pan tostado, y se lo comió “a pelo”: un simple pan de maíz se hubiera agradecido. Pero que ilusión con el plato “estrella”, porque nos advirtieron que las patatas se fríen aparte: así que mezclamos los huevos, las patatas y el foie, y a compartir TODOS. De segundo, chuletón de vaca para 4: ¡extraordinario! Una de cochinillo asado, buenísimo, con la piel crujiente, y unas albóndigas caseras de buey, con salsa para hacer barquitos. Para quienes pueden, claro. Postres variados: mousse de orujo, tarta de galleta (espectacular), flan de queso, natillas de turrón, helado de tofee (excelente) y, sin gluten, el arroz con leche casero, estupendo. 2 finos, 2 bot. de agua, 2 refrescos y 2 botellas de Fagus, Coto de Hayas, (campo de Borja). Cafés, pan. 2 GT invitación de la casa. Fonso atareado -local lleno- pero pendiente de todo y todos. Precisamente el mismo día salió en el Diario Montañés un reportaje a toda página sobre este restaurante casi ya de culto para quienes nos gusta compartir la buena mesa.Excelente RCP
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chuletón