Ni siquiera nos quedamos a comer

Ya había estado aquí invitado por unas amigas y no me terminó de convencer. Hace un mes fuí a comer a mediodía y estuvimos unos diez minutos esperando de pié a que alguien nos asignara una mesa: el local estaba vacio, a excepción de una mesa. Como la persona que nos debía atender seguía hablando por telefono (una conversación privada, parecía) después de 10 minutos (delante de nosotros y sin habernos devuelto siquiera el saludo)nos marchamos sin decir palabra. Nos miró un poco extrañado, pero siguió hablando por teléfono.

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