No conocía este restaurante salvo por referencias de amigos. Mi esposa quedó encantada con las croquetitas de pescado y la crema de calabacinos, calabaza y zanahoria.La garbanzada que tomé de lo mejor en esta isla, la carne de la abuela (muy tierna) y el gofio escaldado de vicio. Los postres caseros se pueden mejorar aunque quizá ya estabamos demasiado satisfechos. Muy recomendable. Servicio sencillo y correcto.

No pusieron mantel. El resto vino a plazos.
La camarera relata la carta, toma nota de dos entrantes y desaparece.
El pan (crudo).
Aparece otro camarero y le pedimos que tome nota de la bebida.
Baja dos refrescos, después dos vasos, y le recordamos las cervezas sin alcohol.
Tiempo de espera y aparece de nuevo la primera camarera y termina la comanda.
Media hora de espera. Entrantes aceptables.
Pedimos pan, y no había. Ofrecen bizcochado y nunca llegó.
Primero dos platos, después uno, y le recordamos que faltaba uno.
Pedimos cubiertos y tardaron: la comida estaba ya de templada a fria.
Dos Vueltas de Solomillo en Salsa de Berros (aceptables, pero sin berros), Carne Mechada y Estofado de Carne.
Los dos últimos, no los habría ofrecido.
Postres: nos relata los que "cree que queda".
Pedimos Mousse de Gofio, Flan de Turrón, Flan de Coco y Tarta de Turrón.
Aparece una Mousse de Turrón (no hay de Gofio), dos Flanes de Turrón y una Tarta de Turrón.
La Carta no existe, poca variedad de platos, no sabe lo que queda, no recuerdan parte de lo que pedimos, se les olvida traerlo, se confunden con los postres y la atención pésima.
Cerraría varios salones para una atendeción correctamente, recordaría poner al menos manteles y tenerlas preparadas, tendría Cartas con precios, control de existencias y pedidos.
Calidad - precio, regular.

Sencilla casa de comidas cuyas cocineras tratan de rescatar lo mejor de la cocina casera canaria. El local ha sido rehabilitado con muy buen gusto y cuenta con aire acondicionado, zona de juegos para niños, parking, zona de fumadores y no fumadores. El servicio es muy familiar y esmerado. Especializado en vinos canarios sin renunciar a riojas y riberas del duero.