Cuina Oberta en Riff. De menos a más

Curiosa y satisfactoria experiencia en el restaurante Riff anoche para cenar, dónde entré con bajas expectativas que a principio parecía que iban a cumplirse y que con el paso del tiempo iba mejorando hasta terminar la velada muy contentos ambos.

Llegamos puntualmente para la reserva y nos abre la puerta una camarera que (sin ánimos de ofender) a principio por su forma de hablar y andar nos dio la sensación de estar, y repito siento decirlo, colocada. Y hablando de colocar nos hubiera gustado que nos colocara en otra mesa mejor situada, estando casi toda la sala vacía cuando llegamos (luego casi se llenó). En ese punto el contraste con el trato recibido por ejemplo en La Salita no podría ser mas obvio.

Dicho todo eso, las "mesas malas" no lo son tanto, ya que los baños están muy alejados del comedor, y hay muy buena separación entre ellas. Mesas mas amplias que lo normal, sillas comodas, toda la decoración en tonos de blanco y beige. Se oía perfectamente los ruidos de la cocina mezclandose con la música de fondo. No está mal la sala pero no me impresionó mucho la verdad, por la falta de decoración y calidez, aunque en comodidad está muy bien. Por ese último aspecto diría que el ambiente es "muy bueno".

Superado la impresión inicial de la camarera que nos atendió principalmente, nos dimos cuenta que no, es así, y nos ofreció un trato y servicio muy correcto aunque a veces, como en la explicación de los platos, algo breve y frio. Las otras camareras muy simpaticas y correctas, con mención especial para la somellier, atenta y amable a mas no poder.

El menú de cena de la Cuina Oberta fue:

Aperitivos de olivas secas, zanahoria ecologica (de su jardín entendí) con una salsa hecha de la misma zanahora, pan de romero y crujiente de arroz y algas. Todo decente/bueno, nada que nos pareció excelente ni destacable. 6/10

Sopa fría de algas y ostras. Porción pequeña, la ostra con todo el sabor que esperas que tengas, y la sopa buena. No es un plato que pediría yo, pero sorprendente y curioso. 8/10

Espaghetis con hierbas, cebolla tierna, mojama. Delicioso, un toque exotico, me pareció un plato sencillo pero muy acertado. 9/10

Esparrago blanco con una espuma y salsa creo que de mozarrella. De nuevo delicioso, el sabor ligeramente amargo del esparrago combinó de maravilla con el salado de la espuma/puré. 9/10

Acelgas con arroz y güeña. Arroz perfecto en su punto, sabor muy curioso, parece que la güeña es un embutido de requena, no lo había oido antes, muy sorprendente. 9.5/10

Postre: fresas con barrita de chocolate. Copita que tenia flores de sauca y un tipo de crema de yogur. Cada vez mas veo sitios que emplean las flores, saben a flores...aun no he decidido si me gusta o no. La crema muy buena. La barrita, mas que barrita parecía un tipo de fudge brownie americano, estupendo, y las fresas excepcionales. De nuevo, sencillo pero admirable. 9/10

Tomamos una media botella de vino alemán, cuyo nombre no recuerdo, el servicio de vino de muy alto nivel, no esperaba menos, y un vino dulce español con el postre (Xarab) que me recordó con su regusto a ciertos tawnies de 10 años.

Reflexiones...ingredientes en general muy sencillos, supongo que para hacer un menú que entrara en los precios de la cuina oberta (principalmente un menú de verduras y poco mas), pero platos creativos y innovadores, ejecutados de manera superlativo. Me gustó, y mucho. Ojeando las cartas de vinos/licores vi algunas referencias a muy buen precio, y otros todo el contrario. Hay que tomar el tiempo para elegir.

Fui para ver si con un menú de la cuina oberta me impresionaría lo suficiente como para volver en otro momento y probar un menú completo (y lo que conlleva economicamente hablando). Pues sí, volveré, porque estamos sin duda ante uno de los mejores experiencias gastronómicas de la ciudad.

  1. #1

    Jeronimo

    Una pregunta, en un comentario anterior dicen que cobran tres euros por persona en concepto de pan, ¿es cierto?
    También me parece que el menú que comentas y el de ese otro comentario no tienen nada que ver, como no conozco ese restaurante ¿me puedes decir que hay de cierto en lo que comenta el Sr. Fistro?
    Gracias.

  2. #2

    Avrv

    Que yo recuerda no nos cobraron el pan. El precio fue: 2 menos a €30, una botella de vino a 20 y pico euros, y una copa de vino dulce que creo que costaba alrededor de 5, y agua creo que a €3 por cabeza. Pagamos, en total, €94. Lo que sí puedo decir es que no fueron 2 rebanadas, sino multiples veces que nos servieron, mi mujer tuvo que pararles porque se quedaba hinchada.

  3. #3

    Laupela

    Me da la impresion que si que te gustó pero no leyó nada de la carta, las güeñas son de la carniceria La Herrerita de Viver ( Castellón )y las aceitunas son secas de Segorbe. Pienso que la proxima vez que haga una critica se podria informar un poco más de lo que está comiendo y menos de la situación del baño etc.

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