No me gusta el cartón piedra. Como buena franquicia, aquí no se cocina. Y

No me gusta el cartón piedra. Como buena franquicia, aquí no se cocina. Y eso se nota. Salsas hechas con polvos. Un sabor de fondo que se parece en cada plato, como si todo viniera del mismo bote. Unos espaguetis a la carbonara incomestibles, bañados en una especie de papilla, una pizza rústica con un saborcillo de fondo que me recordó a los carbonara que tomé de primero, dos cañas y dos cortados, sin postre, cerca de 30 euros. Lo malo del caso es que fui a comer para poder basar mi tesis sobre estos cartón piedra en hechos, y poder demostrar a un amigo (al que le había sonado bien el nombre) que un bonito nombre sin contenido no es nada. En fin, lo que hay que hacer por un amigo. Cuidado, pues con este y los demás impostores.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar