Sorprendente

Tercera visita a Casa Marisa, ratificando las anteriores impresiones. A pesar de ser un restaurante que está en el interior, con decoración acogedora en plan casa rural, alcanza el sumum en la ejecución de arroces, sobre todo los secos. Comimos un arroz de bogavante insuperable, de capa fina y extraordinario sabor. El entrante de alcachofas y sepia igualmente sorprendente. En cuanto al servicio del vino en copa bourdeos a la temperatura idónea. Los postres también son reseñables, como la tarta de queso, serivdas en raciones agradecidas