En la Plaza Mayor de Chinchón se encuentra este restaurante que todos suponemos con una oferta de cocina tradicional castellana pero que nos sorprende con aportaciones de las cocinas de otras regiones muy bien elaboradas.

Muy buena la sopa de ajo y la sopa de cocido, los callos buenísimos, así como las mollejas a la plancha, chorizo asado y, sorpresa, unos ricos percebes que no eran nada castellanos, ni el tartar de atún, buenísimo, que nos pusieron de aperitivo con las cervezas. También degustamos unas setas de temporada al ajillo que estaban muy ricas.

De plato principal, cocochas rebozadas y al pil pil, muy buenas, atún rojo a la plancha con pimientos del piquillo y un rico cordero asado muy bien cocinado, acompañado de su ensalada.

Buenos postres: arroz con leche, natillas, leche frita y tartas de milhojas, de queso y de tiramisú.

Buen menú para los niños: sopa de cocido y pollo asado, después de disfrutar de lo lindo montando en burro en la Plaza Mayor.

Recomiendo entrar desde Madrid por A-2 salida 41, dirección Valdelaguna, ya que al llegar al término municipal de Chinchon veremos ese viñedo en vaso muy cuidado que da gloria verlo. En cuanto al restaurante, muy agradable y tranquilo el comedor del patio, con ambiente taurino(ver historia del sitio) donde tuvimos comida familiar en la que destacó la excelente materia prima bien cocinada y servicio atento. Entrantes generosos donde destacaron las alcachofas y mollejas, así como los segundos, excelente Cordero asado y solomillo de 10. Los postres caseros y buen café. El único GRAN ERROR fue el de una carta de vinos que merece una revisión urgente en cuanto a precios(carísimos)y selección de referencias, una lástima en la subzona Arganda de la DO Vinos de Madrid. Aún así no estuvo mal un Emilio Moro 2005 bien conservado y atemperado.

Demasiada gente para mi gusto, pero es lo que tiene cualquier Rste. de Chinchón cualquier fin de semana. Aun así no se han dejado llevar por el “todo vale para guirilandia” y la calidad de las gambas y el atún rojo nos sorprendieron, además de la generosidad de las raciones. Comimos con cerveza y con un rosado sobremadre (15.-€ pelin caro) 4 pax. 190.-€. Por cierto, las mesas del balcón solo aptas para liliputienses.