En su línea satisfactoria

Comentario pendiente desde últimos de agosto. Finalización de las vacaciones, y reencuentro con la Universidad. Nos decidimos por ir de nuevo al restaurante de la misma -Flor Paraninfo, ya comentado en estas páginas-, pero como la decisión se tomó en el último momento, paff, lleno hasta la bandera. Tiramos de una cierta influencia -soy de la casa y tal y cual- y nos derivan a otros de los restaurantes del grupo, el aquí comentado, circunstancia a veces habitual.

Localización y entorno: En el centro de Zaragoza, próximo al ECI y la Plaza Paraíso, y ubicado debajo de los soportales del edificio principal de una entidad bancaria Aragonesa.

En cuanto al entorno exterior, pues hombre, dado que vivo al lado, no voy a decir que es feo (bueno, a mí por lo menos me gusta). En una zona muy comercial, ideal para irse de compras después de comer o de copas después de cenar. En cuanto al interior, está muy cuidado. Una pequeña recepción después de pasar una bonita puerta -donde te toman las reservas y te cogen el abrigo, da paso a varios salones, algunos más amplios que otros, con una capacidad aproximado -calculo- de unas 100 pax.

La sala una decoración elegante, con un cierto toque señorial. Bonitas cristaleras, mesas muy correctas, sillas con estilo y cómodas, suelo en tonos sepias y reluciente, maderas antiguas bien barnizadas. Techos de color negro con una bonita iluminación. Uno se siente a gusto allí. A ello colaboran unos bonitos manteles blancos, una cubertería prácticamente nueva y unas copas muy aceptables. Una muy buena separación entre mesas.

Servicio y servicio del vino: Salvando el momento de la entrada, cuando el jefe de la sala le vociferó a un camarero “tienes una reserva a nombre de Esperanza” -esto es, mi propia- (sólo faltó el "co"), la verdad es que todo sobre ruedas. Buena atención. Rapidez en la entrega de la carta/menú. Óptimo tiempo entre plato y plato. Cambio de cubiertos en cada plato. En cuanto al vino, servido a correcta temperatura, sin más que añadir en este punto, pues, dado que íbamos a comer el Menú paraninfo”, te dan tres opciones: blanco, rosado o tinto, sin que viera la carta correspondiente pero ni de lejos. El menú incluye también una botella de agua (lunares).

Comida: Como digo, era un menú: 5 primeros, 5 segundos y 5 postres. Todo ellos, presentados de modo excelente y con creatividad. Mi mujer se pidió unos fideos con pesto fresco, calabacín y sabayón gratén, presentados en un enorme plato blanco de diseño con el gratén en forma de corona: aceptables y de buen sabor. Y yo opté por unos Dim sum de costilla, tomate especiado y huevo brasa que estaban de cine y magníficamente presentados en un plato idéntico al anteriorBien cocidos los Dim sum (4 ó 5) y perfecta la combinación salsa tomate/huevo para acompañar. Todo conjuntado, en su aparente sencillez, estaba magnífico.

En cuanto al segundo, mi mujer optó por un bacalao con salsa de pimientos verdes y cebolla caramelizada, presentado en un plato invertido, esto es, con la parte cóncava hacia el mantel. Buena cocción y salsa bien ligada. En cuanto a mí, opté por una corvina en albóndigas, mojo rojo y cous-cous de tomate, presentado en un plato blanco con forma de tricornio. Sabrosas y ligeras. Muy buenas.

El postre: La jefa optó por la sopa de chocolate, manzana, canela y aire de fino (presentado en forma de espuma) y yo por la tarta de queso. La presentación, nuevamente impecable (de 10). Ríquisima la crema de chocolate en combinación con el helado de canela (en el centro) y la tarta de queso en deconstrucción: esto es, en el centro de un platazo con forma de ovni, la crema de queso bordeando la mitad del plato, un helado de frambuesa introduciéndose en la crema y, en un lado aparte, la galleta desmigada. Chapeau!!

El pan: de un solo tipo, mini-gallega. Repetí, muy rico.

El precio del menú: 20 euros/pax. Fabuloso.

Un ejemplo de cómo combinar los ingredientes tradicionales, con un buen toque de modernidad. Yo comí fenómenal (algo menos mi mujer -de ahí que promedie en el apartado comida-). Un buen entorno, un magnífico servicio, una presentaciones más que notables y un precio imbatible. Y sí, también a 2/5 minutos existen algún que otro pub donde tomar un buen GT.

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