En esta ocasión, me decidí por unas almejas crudas de un tamaño acorde con
En esta ocasión, me decidí por unas almejas crudas de un tamaño acorde con su calidad (¡y precio!), unas nécoras con un punto de elaboración que se consigue, paradojas de la vida, con los minutos justos de cocción y muchos años de experiencia…, y terminé con una merluza a la gallega, cocida, con su guarnición de cachelos, con una pizca de pimentón dulce (en mi caso) y un chorreón de aceite de oliva.
Exquisitamente sencillo. (lo de sencillo es una manera de hablar; piense Vd. en una figura sencilla como una circunferencia, e intente dibujarla a mano alzada).
En RIANXO, hacen circunferencias concéntricas en la cocina…
En cuanto a los vinos, una carta no muy extensa (lo que favorece una adecuada rotación y evita sorpresas) en la que la calidad destaca sobre la cantidad de marcas; yo me decanté por un Albariño de la casa (aconsejado por Rosendo), que resultó excelente para acompañar esa comida a base de pescado.
Un buen café, un orujo de hierbas y un buen puro remataron la faena, que quedará para el recuerdo de este buen aficionado que es Basilio Arranz Pérez.