Magnifica impresion

Cocina original, visualmente sorpresiva y con respeto y ensalzamiento de la materia prima. Agradable local con vistas preciosas, lástima la autovia tan cerca pero tan apenas se ve, edificio muy bonito de piedra madera y cristal
Elegante vajilla, manteles etc. Servicio justo de personas, entre 3 llevan toda la sala incluido servicio del vino.
Optamos por el Menú Geroko:
- Huevo trufado y cocinado a la inversa. Inyecta el caldo de trufa muy caliente de forma que el huevo se hace desde dentro (solo es la yema)
- Raviolis de rabo envueltos en pan y jugo meloso de su cocción. Esplendida presentación y el jugo como para pedirles un botecito
- Ostra con gel de mar, Salicornia y aromas naturales extraidos del mar. Espectacular y eso que no me va el marisco, hay un alga que parece extraido del mar con la ostra y realmente no es un alga sino un hongo cortado de una forma especial. Original con el Nitrogeno humeante
- Centollo en 2 servicios, en el primero apoyado sobre la base va la carne del centollo, huevas crujientes, flores de cebollino y picatostes que le dan un crujiente tipico del centollo. Abajo en la base jugo y aires de los corales del centollo. Una locura
- La huerta. Me parece una presentación que merece la pena ir alli aunque sea solo para probar este plato. Una huertecita chiquitita, con su zanahoria, su calabacin, col, etc... sobre una base de tierra oscura, que no es tal, sino que es berenjena deshidratada y coloreada para que parezca tierra y por debajo la patata y una crema-pure de berenjena. Plato de artista
- A modo de estofado de salazones, Panceta, anchoas, vegetales y cremoso de Idiazabal. Detalle de una anchoa aparte chiquitita para bajar la sensacion final. Sabrosisimo
- Chipiron de anzuelo, croquetas de tinta y toffee de cebolla morada todo esto integrado en un escenario de metacrilato a modo de dos postales del fondo del mar en relieve de forma que parece que los chipirones van por el fondo del mar. La cebolla y las croquetas de tinta magnificas, el chicpiron que te lo dan para tomarlo con pinzas, es quizás lo más "normalito" de la comida.
- Papada confitada a fuego bajo, desuelle de setas y suero de pimientos asados, con un detalle salado de huevas de caviar aparte. Exquisito
- Frutas del Bosque naturales con yogur , su helado, y un vasito de vino de bayas (no era vino, eran bayas trituradas). Un azucar hilado de color rojizo con hierbabuena. Exquisito postre, las texturas de las frutas del bosque espectaculares.
- Fresa y rosas, original, rico, un montaje tb de petalos de rosa en el centro de la mesa al que le vierten un agua de rosas con nitrogeno liquido y lo tapan de forma que por los orificios sale un humo con aroma a rosas.

Lleve un Aquilon 2008 que nos permitieron abrir consultado previamente y tomamos también un Baigorri Blanco fermentado en barrica 2006, que estaba algo plano pero marido bien con la racha de platos de ostra, centollo. Cafes y un GT a mediasen la terraza donde nos ofrecieron unas delicias de chocolate.

Un "Orgasmo culinario" compartido con Bilbis (lo cual exacerba las sensaciones) que me invitó a este lujazo con lo que no pongo el precio de la comida. Habia dos menus uno de 65 y otro de 95 euros (el que he escrito)lo pongo como información y para justificar tb la nota que le pongo en RCP

Un restaurante en el que la comida justifica las 2 estrellas que tiene

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