Me sorprende que hallan pasado más de dos años, y no exista un comentario de este restaurante (pense que había cerrado), más si cabe en una zona como esta que en principio podría parecer abonada al "chiringuito". Se nota el cariño por el vino desde el momento que entras, decoración cuidada, servicio atento, carta muy interesante (muchos vinos de la zona, lo que es de agradecer), precio razonables, y posiblidad de degustar vino que no esperas encontrarte en un lugar asi (Petrus, Clio, Vega-Sicilia), selección de Champagnes (ideal para el calor). Platos simples pero bien resueltos, con productos frescos y bien elaborados (aún recuerdo el huevo con trufa negra). En definitiva un sitio para conocer y llevarte una agradable sorpresa vacaccional.
No es una leyenda, existen restaurantes, como este, que cuidan el vino(dejan el corcho sobre la mesa, decantan el vino, copas adecuadas..etc) carta amplia sin ser enciclopedica, con una buena sección de vinos de la región, precios contenidos, vinos de postre por copas.Servicio atento y rapido
Ambiente agradable y acogedor; una muy interesante y recomendable opción en la zona de la manga.PRecio orientativo vino+comida+iva 40-45.
En reciente visita a este restaurante debo de decir que lo unico realmente destacable es su oferta en vinos por lo demas el ravioli de langostinos deplorable y las guarniciones a base de perejil frito, tristes. Encima los postres no son caseros , realmente el saber hacer de una cocina para mi esta en unos postres elaborados y en unas guarniciones que sepan acompañar al plato,servicio bien y relacion calidad precio pelin cara.
Visitado dos veces este verano.Ambas para cenar-una intima y otra con unos amigos-debo coincidir con el primer comentario;un oasis en este casí desolador desierto del mar menor "gastronomicamente hablando".Cocina bien resuelta,destacando:raviolis de langostinos,lasagna de bacalao,san pedro en tempura e ijada de atún y en cuanto a postres la piramide de chocolate.Carta de vinos muy amplia,sobre todo de la zona, a precios contenidos.Pedro, su dueño, es un apasionado enopata y siempre intenta aconsejar, como en mí caso-descubrí un vino de Dominio de la Vega "Arte Mayor" de escasa produción-acertando plenamente.Buenas copas,bodega cristalada,y servicio muy correcto,sobre todo en la segunda visita.Para los fanaticos del agua:VOSS el agua noruega,vencedora de la cata de la revista Sibaritas.Precio orientativo 30-35 Eur+vino+iva
Recién inaugurado (hace siete semanas) es una de las propuestas más interesantes de la zona. Local agradable, cómodo, tranquilo, que ofrece una interesante comida de corte moderno (imprescindibles esos raviolis de langostinos y esa especie de lasagna de bacalao, así como el pastel de hojaldre con crema tostada) y que cuida y mima con detalle al vino. Buenas copas, buena carta con amplias referencias de vinos españoles y precios muy interesantes. Su dueño aconseja perfectamente en la elección de los vinos a tomar con la comida. Buen pan y buen café. Un restaurante muy recomendable y que habrá q seguir su evolución porque pienso que promete bastante. Volveré!!!