Vamos a ver, no tengo palabras, creo sinceramente que a los diseñadores de

Vamos a ver, no tengo palabras, creo sinceramente que a los diseñadores de este garito, en la Fashion-week, les tuvieron que hacer la prueba del anti-doping porque no se puede ser tan ultra-cool-delquince sin una ayudita. Se trata de un antiguo edificio de venta de muebles (Muebles ciudad, of course) de tres plantas, a escasos diez metros en línea recta del Ajuntament, con snack-bar-restaurant en la planta baja, y el resto de instalaciones dedicadas a somos.tv, una productora, agencia de casting... o sea, todo muy trendy. El hecho de disponer de wi-fi hace que mucha gente despliegue sus i-books de última generación cual pavos reales a dos dedos del escaparate para ser más vistos.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando al interrogar por la selección de vinos por copas me sueltan: "tenemos tinto, blanco rosado y cava". Como el tinto era un Baigorri mac. car. ’05, me hizo gracia y me quedé. Me sirvieron un copazo inhumano de vino a unos 23º que me hizo pensar que la luz se iba tornando tenue poco a poco... pero es que realmente se iba apagando, porque preparaban una proyección de diapositivas que un servidor no vió. Pagué mis 3€ por la copa y 2.80€ por unas chips y me fuí.