El jueves santo, fuimos por calle Aribau con intención de cenar en el Ápat

El jueves santo, fuimos por calle Aribau con intención de cenar en el Ápat o el Petit Bergerac, pero en eso que vimos en la acera de enfrente que lo que había sido un restaurant mexicano horroroso había cambiado de manos y ahora se llamaba "La Tapería". Nos decidimos a entrar por la pizarra en la que se anunciaba vino a copas y algunas tapas atractivas. La decoración es normalita, tirando a agradable. Musica suave de fondo. Trato cercano y agradable por parte del personal. Comida buena e incluso muy buena (mi mujer se acabó comiendo mis chipirones y chanquetes, algo milagroso teniendo en cuenta que odia todo lo frito). Además de las tapas disponen de platos interesantes, destacando una carne excelente como el entrecot que pidió mi hijo y que como buen padre le ayudé a terminar. Los precios más que correctos.

Hablé con los propietarios y me comentaron que habían abierto hace solo dos meses, y que su intención a corto plazo era aumentar la carta de vinos (ahora tienen unos 30, calculo).

En resumen, sitio interesante para comer o cenar por el centro de Barcelona sin grandes pretensiones, pero con una relación calidad, precio, trato bastante alta.