A por carne

Lo primero es que te llevas una grata sorpresa, una terraza, bonita con la iluminación justa y un cubo central acristalado, donde esta la cocina, y allí expuestas las distintas y maravillosas carnes que aquí te sirven.
Tengas reserva o no, aquí hay que llegar sin prisas y con el chip cambiado, si no tienes reserva, la espera la puedes hacer mas llevadera en un chiringuito cercano, ya que el local no tienen barra, y luego cuando ya tienes mesa, la espera entre que te sientas, te ponen el servicio, te toman nota, llega el aperitivo, el tiempo es largooooo, muy largoooo, pero en cuanto empiezan a servirte la comida, todo a su tiempo y sin esperas entre plato y plato.
Distintas entradas, pero nos decantamos por una buena ensalada de fantasía y un deliciosa cesta criolla Aurora, de segundo unos lomos de ternera retinta y otros de vaca rubia, tomamos de vino un Jaros y unas buenas tartas de limón.
El servicio inexperto y lento, pero intentando agradar.
La carta de vinos no esta mal, algo alta de precios.
Los precios bien, dada la calidad de sus carnes.