Dormido en los laureles

Les pasa a estos sitos que tienen la clientela asegurada y que les llenan la mesas, tarde o temprano baján el nivel de forma penosa.

No cabe duda que para una familia con crios, el tener un pequeño parque pegado les viene de perlas, pero no compensa tan nefasto servicio y calidad. Y poco más tienen de bueno, descartando las croquetas y la tortilla, el resto es bastante mediocre. El servicio de sala carece de experiencia y roza la torpeza.

Del servicio de vino poco que decir, si al camarero le gusta hacer malabares con la botella, porque no se va a un circo?

El chorizo que te recibe en la mesa más vale que lo quitarán, dan ganas de no sentarse y salir corriendo.