Cuando todo es tan sencillo

Llegamos con grandes expectativas por las buenas recomendaciones y comentarios de distintos amigos, por desgracia en la mayoría de las ocasiones esto suele decepcionar, ya que en nuestra imaginación idealizamos hacia lo que desearíamos y en muchas ocasiones esto no ocurre.
Pero en esta ocasión la cena supero con creces cualquier idea preconcebida que lleváramos en nuestra cabeza.
Cenamos en el salón, aunque el jardín estaba abierto.
Gran salón, decorado con buen gusto e innumerables detalles, las mesas grandes y espaciadas entre si.
El servicio joven y profesional, con pequeños despistes sin importancia que ayudaron a relajar y divertir el ambiente.

Y nos centramos en la comida y bebida.
Elegimos el gran menú degustación compuesto por (entre paréntesis se indica la fecha en que Martín creo este plato):

- Salmón Keia ligeramente ahumado con algas, polvo de frutos secos, café y vainilla (2010)
- Mil hojas caramelizado de anguila ahumada, Foie-gras, cebolleta y manzana verde (1995)
- Kokotxas de bacalao al Txakoli, con cebollino, salteado de espardeñas y su nube (2010)
- Falso canelón de tocino ibérico con pulpo al vino blanco (2010)
- Perlitas de Hinojo en crudo, en risoteo y emulsionado (2009)
- Bombón de queso al aceite carabaña acompañado de endivias, jugo de cebolla roja y dados de ibérico (2009)
- Huevo de caserío con remolacha a la ensalada liquida de hierbas, Carpaccio de cocido vasco y queso (2007)
- Ensalada tibia de tuétanos de verdura con marisco, crema de lechuga de caserío y jugo yodado (2002)
- Salmonetes con cristales de escamas comestibles, rabo y jugo de chocolate blanco con algas (2009)
- Pichón de Araiz hecho en asador, con un hueso de pasta fresca cubierta con setas de cebollino, pequeños toques de una crema trufada (2009)

- Esencia fría de albahaca y vaina con sorbete de lima, granizado de enebro y toques de almendra cruda (2009)
- Chocolate y miel de acacia con café amargo Irlandés (2010)

Todos y cada uno de estos bocados son inmensos, por lo que no podemos destacar uno por encima de otro, pero su presencia en el plato nos indica del magnifico hacer de Martín Berasategui (tuvimos la ocasión de charlar con el y ver que sus platos son el, sencillez y grandeza), platos aparentemente sencillos y que entrañan una altísima técnica y complejidad en cada uno de ellos, disfrutando del plato, potenciando sabores sin ocultar ninguno detalle principal.
No es extraño que los alumnos que hayan trabajado con el y apliquen su filosofía también triunfen.

Nos dejamos aconsejar y tomamos champagne durante toda la comida.
Tradittion Egly-Dur
B. de Noirs Egly-Dur
Signature 95
Rematamos con un gin tonic Premium.
Una experiencia inolvidable.
Los precios son solo del menú degustación sin IVA.

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