Fuimos el día de San josé a comer y la verdad es que fué agradable. Te dan a elegir entre varias opciones, carta, menu y bufet. nosotros nos decantamos por el bufet, que consiste en que por un precio de 13,95 euros + iva puedes pedir todos los platos que quieras de una extensa carta y te los van sirviendo recien cocinados sin tener que levantarte de la mesa, lo que hace se convierta en una comida relajada y tranquila. el servicio es atento aunque la espera entre platos resulto un poco lenta. decir en su favor que el local estaba totalmente lleno. entre los platos que pedimos destacar unos buenos rollitos de carne y verduras, una tempura de verduras y mariscos que estaba muy buena y nada aceitosa, unos langostinos crujientes y un pollo con sesamo. la carta de vinos es excasa, pero con unos precios ajustados, tomamos un coto de rioja por 13 euros . en el precio te dan a elegir helado o café. volveremos

Sensación de calor (será la plancha?) y ciertas apreturas, ya que las mesas están muy juntas. Carta de vinos con más referencias de lo normal en este tipo de restoranes, pero copas inadecuadas. Buen dim-sum (lo llaman de otro modo) y rollitos vietnamitas, algo aceitosos. Sushi correcto sin más, al igual que los fideos con marisco. Curioso el teppanyaki, nosotros pedimos una ternera enrollada rellena de setas y verdura, bastante sabrosa. Correcta atención, no me acostumbro a cenar en 45 minutos por el ritmo con que te sacan los platos. Ni me desagradó, ni me entusiasmó. Sobre 24 euros por persona.

Me gustó bastante.
El local amplio y presidido por una plancha en la que se cocina en vivo; es cierto, resulta curioso y divertido el tema del teppanyaki.
Optamos por uno de los menús de la carta, -el C, creo recordar-, y no nos defrudó en absoluto destacando el sushi y los rollitos vietnamitas.
Carta de vinos comercial, pero a buen precio; tomamos un Enate 2,3,4, mantenido en cubitera pero servido en copas de agua.
Impresión final bastante satisfactoria.
Buena RCP, todo lo dicho, más dos orujos, sobre 54 € los dos.

Solo destacaria la gran amabilidad de sus dueños y la divertida opcion del teppanyaki, donde vestidos con kimonos alrededor de la gran plancha gozas de la maestia de su cocinero chino recien llegado de Marbella. El resto pues eso, enesima cocina asiatiaca revestida de originalidad no se de que, con vinos sin conservar y copas duralex, la elaboracion del producto es adecuada y guarda relacion al precio pagado, buena tempura y tallarines japoneses, sobre sashimi y sushi solo decir que traidos desde el mismisimo cash an carry chino.
Comodo restaurante chino/asiatico en la zona de Abastos, junto al incombustible Villaplana, no deja huella pero eres muy bien recibido, nada rompedor en sus precios, sales de alli bastante bien por 90€ cuatro personas, incluido un rioja sin pretension.

Restaurante asiático de agradable decoración. Algo incómodas las sillas pero nada grave.
Fusión de cocina oriental, aunque nosotros nos decantamos por la oferta japonesa. Con excelente sushi y sashimi, el show del teppanyaki es muy divertido y la comida de calidad. A destacar las anguilas japonesas ahumadas. Todo rico y el dim-sum casero lo que cada vez es más difícil de encontrar. De nuevo la repostería es el talón de Aquiles de estos restaurantes.
Bodega sencilla pero interesante, un solo cava en la carta que no es de mi agrado pero buena selección de rosados y blancos. Lástima las copas, gruesas y de no muy buena geometría.
Servicio atento, como es natural en este tipo de restaurantes, servicial y amable.

Una buena opción con buena RCP, por menos de 30€ no se come tan bien en ningún asiático de la ciudad.