Prácticamente coincidimos en casi todos los comentarios anteriores. Buena materia con cantidad aceptable. Sin demasiadas complicaciones. Muchas veces mas agradecido esto que cualquier otra modernez sin sentido.
Cenamos una gran ensalada de Langosta fresca, buena y abundante. Parrillada de verduras , muy rica también y unas exquisitas croquetas de gambas.
De segundos un Gallo Pedro frito muy fresco con un punto en la fritura perfecto y una Deliciosa lubina salvaje al ajo pescador.
De postre una tarta de galleta y chocolate, que no nos entusiasmo demasiado.
Para regar todo esto un vino de la región. Un Divus Jumilla no recuerdo la añada. Tenemos que decir que la carta de vinos esta estancada prácticamente en Rioja, Riveras y Murcia. Escasez de blancos, se hecha en falta otras DO y mas profesionalidad en servicio del vino. Las copas buenas.
Sin duda una buena RCP.

Mi modesta opinión es que restaurante Salzillo es uno de los mejores restaurantes de la Región, tanto por la variedad en sus platos, el servicio tanto en barra como en mesa.
Y lo mas importante es la calidad, frescura de todos los alimentos que deguste, pero claro eso tiene un porque y es que siempre esta lleno de comensales con lo cual hay rotacion. Sin mas un saludo. No os olvideis de su menú diario exquisito.

Coincido en la buena elaboración y buenas materias primas, tienen una carta bastante extensa con excelentes pescados. Entradas con toques modernos pero basadas en productos de la tierra. No me gustó que de entrada no trajeran la carta de vinos y cuando lo pedimos el camarero se limitó a recitarlos, supongo que por el hecho de que queriamos un blanco. El vino elegido fue Mar de Frades. Tanto este vino (+ de 20 euros) como los platos principales de pescado ( 17 euros) excesivamente caros. Otro detalle fue que se equivocaron al traer un cafe que luego incluyeron en la nota erroneamente. Con esos precios hay q cuidar esas cosas.

Excelente restaurante de comida nacional y murciana. Buena materia prima y gran elaboración. Destacan los pescados, sobre todo el rape a la marinera. Y en carnes el cabrito murciano. Buena variedad en platos de verdura, a destacar el pastel de berengena.También hay una excelente selección de marisco fresco. Carta de vino correcta, sin grandes alardes. Postres poco originales. La pega es que el local es demasiado ruidoso, lleno de mesas. Ahora lo han paliado en parte al añadir un bajo anexo como salón.
Totalmente recomendable.