Es la tercera vez que voy y la impresión es la misma, lleva viviendo del nombre desde hace tiempo, una ensaladilla flojísima, una selección de vinos por copas paupérrima, es lo normal cuando un restaurante de nombre ejece de locomotora para otros negocios.
No volveré más.

Llegamos a las 11 de la noche a Toledo y decidimos buscar un lugar para comer ligero. Cerca de la Catedral topamos con Adolfo Colección. La cocina es de calidad y más que tapas ofrecen platos muy completos a un precio mas que razonable. Tienen un aire de fusión machego-italiano-japones ofreciendo platos elaborados con mezclas atrevidas. Cenamos por menos de 35 euros los dos. El ambiente moderno, aunque agradable. Tienen una barra para comer deprisa. La cocina es a la vista.

Durante nuestras vacaciones de verano decidimos hacer un alto en Toledo. Pasamos por varios restaurantes pero el que me llamo la atención fue este donde decidimos cenar. La carta de comidas esta bien pero demasiado cargada, el lugar no es especialmente cómodo ya que tanto los bancos corridos como las banquetas individuales son de diseño y no ofrecen la comodidad requerida para un sito de este nivel. La decepción me la lleve con el vino ya que no nos ofrecieron la carta y nos sugirieron el vino de la casa que es de cosecha propia, por el cual sin avisar ni nada nos clavaron 50 euros (téngase en cuenta que es un bar de picoteo y las tres tapas que pedimos no llegaron a los 30 euros) Ellos sabrán, han conseguido que escriba en un foro después de más de 15 años comiendo y cenando fuera de casa...

En esta ocasión, hemos comprobado cambios en la mayoría de los puntos críticos aquí vertidos.
La cocina vuelve a ser fresca y agradable con raciones acordes y con precios algo más contenidos, bien la ensaladilla al estilo ruso y más que aceptable el rissoto de verduras.
El servicio ha mejorado también, en estos momentos esta al cargo un joven y ayudado por otra joven (no recuerdo sus nombres) con experiencia y ganas de hacer las cosas bien, preocupado en todo momento del servicio prestado, estaba ese Domingo la hija de Adolfo, pendiente de esos detalles.
El vino por copas ha aumentado en su oferta, aunque nosotros en esta ocasión, no decantamos por las cervecitas, fresquitas y bien tiradas.
Aun tienen pequeños detalles que mejorar, pero mi ánimo es para que continúen en esta línea y salgan del pozo "oscuro" de antaño, el local, la situación, Toledo y el nombre de Adolfo lo requieren

Este fin de semana me fuì a visitar Toledo .Di con este restaurante por casualidad y la verdad es que me sonaba de verlo en la antigua guia campsa..Entramos pedimos mesa para dos y nos colocaron en la primera que acababan de desocupar y aùn estaba sucia, cual fue mi sorpresa cuando la camarera tira todas las migas que habìa en la mesa al suelo. La comida un poco escasa nada elaborada por lo menos mi ensalada .El ambiente un poco habìa cierta tensiòn entre las camareras y un camarero o cocinero que andaba por alli.Ah el olor en el local era bastante desagradable me recordaba a cuando entras en una queseria limpia mitad olor a lejia mitad a lacticos.El postre tuvimos que esperar un rato por que nuestra camarera estaba vendiendole aceite a otros clientes y se olvido de nosotros.Cuando pedimos la cuenta nos meten dos € por el pan que no pedimos y nunca nos pusieron .Se lo comentamos a la camarera y nos lo pone en duda.Pagamos y nos fuimos y no creo que volvamos .No os lo recomiendo

Lugar bien situado muy cerca de la Catedral, denominado como " vinoteca, tapas, tienda", con decoracion tipo vanguardista.

Local en 2 plantas, con un servicio diligente, eficaz, dejando fuera parafernalias.

Carta de "tipo tapas" pero variada, cuatro comensales tomamos,una cecina de ciervo, una de torta del Casar, una de setas shill-take,tres tostas de jamon iberico, una de huevos rotos y una de quesos para cierre.

Todo estaba agradable, sin poder destacar nada en ningun sentido , salvo con detalle negativo el tomate de las tostas de jamon , que no nos resulto agradable.

Carta de vinos cortita, pero con algunos datos interesantes, tomamos 2 botellas de Finca Antigua Syrah 2005 a 15 euros cada una.

En conjunto, para tapear sin pretensiones, con servico rápido y en un lugar bien situado, es una opcion a tener en cuenta.

Nueva visita y otra decepción, si algo se salvaba de este local en las visitas anteriores, era su cocina. Pero hemos comprado que ademas de no corregir los fallos anteriores, la cocina también a entrado en la misma dinámica.
Raciones escasas, y algunas de ellas no son dignas de llevar el sello de Adolfo. La pasta con verduras sosa e insípida, La torta del Casar reducida en calidad y en cantidad drásticamente (10 € la tapa), El entrecot de choto escaso y pasado de punto (18 €), Correcto el risotto pero escasísimo, los chirriones a la plancha justitos. Presa ibérica con una textura chiclosa y fría, De postre unos selección de 4 quesos. Mas dos botellas de vino de finca Terrerazo, Mestizaje.
Una pena el mal uso que se esta dando a este local y al nombre de Adolfo, es necesario un cambio drástico en el local, o quitar el nombre de Adolfo de la fachada del mismo.

Bonito local con posibilidad de adquirir distintos productos, las tapas correctas, algunas interesante y una buena carta de vinos, lo malo, EL SERVICIO, unas cervezas de entrada las tuvimos que pedir unas 4 veces y no llegaron antes de 25 minutos, el vino llego tambien tarde, todo muy descoordiando y anarquico, nos fuimos sin pedir postre.
No vale la excusa del corpus, ya que el local estaba semi vacio y sin agobios.

Situado en el local donde anteriormente se encontraba el restaurante La Catedral y renovado en profundidad, se obtiene un local muy fashion en el casco antiguo de Toledo. Posee además del restaurante una pequeña tienda de vinos, aceites, y algunos productos selectos. En lo que a la comida se refiere, se ofrece una amplia selección de tapitas, raciones en versión reducida, bastante logradas en su mayoría. Nosotros tomamos torta del casar, ibéricos, mi cuit, ensalada de pimientos y ventresca, arroz negro con sepia, secreto de ibérico y carrillada de ternera, todo para compartir, y sin ninguna nota que desentonara. En los postres nos sirvieron una degustación de los mismos. En el vino, muy buen servicio, más que correcta carta y buen coperío, si bien no es de marca, son unas copas muy muy aceptables. Tomamos Vinum Vitae Valdepeñas y Casta Diva Cosecha Miel con los postres. Todo por 130 euros para 4. Muy recomendable, un local distinto en Toledo y que seguro que tendrá una gradísima aceptación. Volveremos seguro.

Curiosidad toledana de la mano del restaurador Adolfo Muñoz (creador de Pago del Ama), mezcla de tienda gourmet, vinoteca, Rte de Tapas, con una increible selección de vinos y quesos, aceites, chocolates y cafés, la cocina, como dije, basada en las tapas, pero guardando el criterio de calidad que Adolfo le exige a sus creaciones, servicio rápido, pan casero, simpatía y profesionales, el sumiller, Adan, es la hostia, majo como él solo, muy bien de precio, en torno a 15€ per cápita sin vino.