Celebramos un evento en el cielo del restaurante el coso, fue precioso.El sitio es espectacular y el personal muy profesional. Agradecer a Inma lo bien que hizo su trabajo y a los gerentes por el día tan especial y bonito que organizaron a mi hijo. La comida fue exquisita.

Asistí el otro día al Coso del Mar, no es la primera vez que voy a este restaurante. En esta ocasión éramos nueve personas, era sábado y el restaurante estaba a tope, nosotros teníamos mesa reservada. Destacaría en primer lugar la amabilidad del jefe de sala y su interés en atender. También la eficacia del servicio de camareros.
En cuanto a la comide la iniciamos con unos entrantes a base de clotchinas valencianas, excelentes. También sepia a la plancha y esgarrat, todo muy bueno, de los entrantes la única pega la encontramos en los calamares, excesivamente rebozados.
En cuanto a la comida principal pedimos arroz del senyoret: excelente. Para postre no todos pedimos, uno de los ´jóvenes pidió una copa coso, enorme y de calidad. Cafés para todos y cuatro gin tonic para finalizar.
En cuanto a las bebidas, iniciamos la comida con sendas cervezas para continuar con vino blanco, empezamos con un marina alta que nos pareció demasiado afrutado y cambiamos aún blanco seco de las tierras de Onteniente, muy agradable.
En cuanto al precio salimos a 42 € por cabeza, algo caro. A pesar del precio es uno de los buenos restaurante de la playa. Volveré

Ayer tuvimos comida de trabajo y fuimos a ‘El Coso’, la verdad que los últimos comentarios del foro no me predisponían favorablemente a la valoración del local, pero intentaré ser lo más neutral posible.
Local situado en el Paseo de Neptuno, es un hotel-restaurante. El restaurante se sitúa en la planta baja, pero además dispone en la tercera de sitio un poco más exclusivo con unas espectaculares vistas a la playa de la Malvarrosa. Espacio muy bonito y bien decorado. Mesa para 15 comensales, cubertería, mantelería y coperío adecuados. Sillones muy cómodos y dos camareros atentos a nuestra mesa, servicio muy amable y profesional.
Empezamos con unas cervezas y refrescos acompañados por unos frutos secos y encurtidos servidos en mesas auxiliares. Nos sentamos y comenzó la comida, que consistió en una ensalada común (un poco frío el tomate), un plato de esgarraet (bueno) con mojama, queso fresco y endivias (bien), calamar entero con verduritas y pimientos de padrón (el calamar muy seco) y clóchinas que no estaban bien, aunque el caldo sí era sabroso. Pan bueno. Para acabar tomamos paella de pollo y conejo y arroz de marisco, buenos pero nada más.
Para beber Conde del Donadío reserva de 2001, bueno y servido a temperatura correcta.
Postre para compartir, tarta de chocolate, helado de vainilla, melón, fresas… no me gusta nada el tema de poner en medio los postres, pero…
Cafés y acabamos la comida a las siete de la tarde, buen trato por parte de los trabajadores del local.
No valoro la calidad-precio porque no pagué, pero no debe ser muy buena.
P.S.: Con respecto a las valoraciones de ‘10’ que tiene el restaurante, como ya he dicho alguna vez creo que no benefician en nada al local.

Suelo ir al coso siempre que tengo ocasión. A mí siempre me ha gustado y me seguirá gustando...un local bien decorado, limpio, elegante a la par que acojedor...El servicio excepcional y la relación calidad precio bastante buena. La última vez eramos 6 personas y salimos a 34€. Una ensalada exquisita de espinacas, una especie de crepe de queso, un calamar entero a la plancha, un esgarrat estupendo y un arroz de bogavante para chuparse los dedos. Un vino blanco afrudatado y unos postres para compartir...Como siempre estupendo

Estuvimos en Valencia para pasar un fin de semana conociendo la ciudad porque nunca habíamos ido, y después de un día de perros fuimos al la zona nueva del puerto, cuando llegamos al restaurante lo primero que tendría que destacar es lo bonito y cuidado que esta todo, nos trataron fenomenal y cenamos muy bien y por unos 35€ Vino y todo.

Admas el tener la playa a 3 pasos es algo que para quien no esta acostumbrado lo agradece de verdad.

Visita de comrobación, después de oir algunas voces discordantes con la opinión mayoritaria de este foro. Comprobación hecha: no hay duda que es un completo fiasco. El entorno es lo único que se salva de la quema. El servicio es de los que parece que tengas que darle las gracias al camarero por atenderte. Nos dieron una mesa pegada a los vecinos, con los inconvenientes que ello conlleva. Para comer: unos chipirones para olvidar, un lamentable arroz negro empastrado y, atención, unas gambas a la plancha DE CONGELADOR, a razón de 11 € la gamba.
La lástima es que a la hora de abandonar el restaurante, hacia las 16 horas, ya no estaba el encargado para leerle la cartilla.
La verdad, algo más que una decepción, una tomadura de pelo.

Decepción total. Reservamos atraídos por los comentarios sobre su terraza-mirador. No tuvimos suerte con la terraza y nos ofrecieron una mesa en la terraza de bajo casi pegada a la de una pareja. Pedimos cambio y al final comimos dentro, en la planta baja. No había demasiada gente y el camarero fue bastante servicial. Pero de la comida nada destacable. Unos chipirones que venían nadando en su tinta y un arroz a banda soso y pasado de rosca.

La decoración muy agradable, que será lo que encarece el precio de este sitio...

Las entradas están bien, y la terraza del local y más en plena Americas Cup muy bien. Hay acaba todo. Pedimos paella valenciana por venir gente de fuera y fué decepcionante.
El servicio pesimo ¡Ya esta bien de camareros con cara de agobio y esta mesa no es mía! Para colmo, quisimos tomar una copa después de los cafes y nos dijeron que no, que tenían que preparar las mesas para la cena. Eran las 16,50. Mejor no ir. Hay más alternativas.

Decepcionante del todo. Muy caro, comida escasa, arroz duro y lentos como ellos solos. Sólo las vistas valen la pena. Lo demás, penoso y encima el trato deja mucho que desear. Desde luego, no volveré más.

Reservé mesa el viernes día 29 de Septiembre para ir a comer el domingo a mediodía. Y lo hice por medio del correo electrónico a la dirección [email protected].
Cual fue mi sorpresa cuando al llegar, antes de las 14 horas, me dijeron que no tenían constancia de mi reserva, por lo que me ví en la obligación de enseñarles el e-mail impreso. El jefe de sala o maitre, al ver que todo estaba correcto por mi parte, me indicó que tenían un fallo en el ordenador y no habían podido leer dicho correo.
Hasta aquí todo normal. Lo que considero que no es normal, ni profesional, es que me indicara este ¿señor? que me fuera a buscar otro restaurante, ya que no me iba a poder ofrecer ninguna solución al error causado por su restaurante. Y se quedó más ancho que largo.
La puntuación se debe a una anterior visita. Desde luego, no volveré.