Estuvimos en la celebración de un bautizo, y por tanto se trata de una opinión condicionada, pero en la medida que éramos muy pocos y se trataba de un menú confeccionado para la ocasión, es perfectamente posible llevar a cabo este comentario. Lo que sí advierto es que a diferencia de los cuatro comentarios precedentes, aquí me estoy refiriendo a la casa de Murcia, y no sé si lo conveniente sería que se diferenciasen, porque no es lo mismo valorar un restaurante urbano que otro de hotel y en un entorno fantástico y con gran valor paisajístico, donde el público no puede ser, por fuerza, el mismo.
Enrique preparó un menú a base de aperitivos, dos para hacer boca (unas gildas y unas empañadillas de changurro sencillamente espectaculares) Este momento fue "regado" a discreción, con un zumo de tomate increíble, con un txacolí buenísimo que no recuerdo el nombre o una cerveza Cruzcampo reserva, todo en su punto)
Los entrantes más serios, una ensalada de ventresca con lágrimas de maracuyá; unos chipironcitos en su tinta; un pastel de changurro y unos huevos rotos. Cada plato superaba el anterior.
El plato principal era un solomillo de vaca vieja a la brasa, con guarnición de guernicas y patatas asadas. Sublime y expresión genuina de la cocina vasca (aunque se tratara de carne gallega criada en libertad). No obstante se nos sugirió tomar antes de la carne una "tapa" de raya al pil pil, plato de gran nivel y calidad, por su dificultad y difícil de encontrar. Este plato, para mí, dentro del gran nivel de la cocina que ya se veía, refrenda que estamos ante una oferta de mucha categoría. Para maridar estos platos, se abrieron dos botellas de Matarromera crianza 2015, a un precio bastante moderado para el que estamos acostumbrados a soportar en otros restaurantes, perfecto de temperatura, y con atención del servicio, muy profesional, para el rellenado de copas.
Se concluye este festín con un platillo de fruta (de gran nivel la piña y el melón) y un coulant muy bien hecho, con chocolate candente.
Cafés de primera división, y chupitos o champán, de lo que se declinó, pero que fueron ofrecidos.
La relación calidad precio ya puedo decir que sorprendente, muy aquilatada, para la gran cantidad y calidad de todo lo que tomamos. Mi enhorabuena al restaurante, su cocina, el servicio y su dirección.