Creo sinceramente que los últimos comentarios puestos por aquí están en lo cierto. Eso de que el local esté de moda y hasta la bandera siempre, va en detrimento del servicio. El local nunca ha sido cómodo, la verdad, pero sí tiene un encanto especial y fué diseñado con buen criterio. Un horror la ventilación que hace que los fumadores ganen la partida, pero las copas siguen siendo buenas y la oferta enológica también. Hay propuestas con muchísima mejor relación calidad/precio en Barcelona, por supuesto. Espero que tomen nota y mejoren el tema (aunque clientela no les falta).

El local, como bien dicen, está de moda y eso se nota porque los camareros no tienen ningún inconveniente en "echarte" del mismo si hay gente esperando, algo que creo intolerable cuando te están cobrando muy muy por encima de lo que deberían. Los platillos son buenos pero el precio totalmente disparado. 6 platillos , vino y cafes 140 € , y encima nos hacen salir cuando todavía no nos habíamos tomado el cafe. No volveremos

Estuve cenando un viernes por la noche, en primer lugar cuesta un poco que te den mesa, el local esta de moda. La comida excelente aunque segun mi criterio me pareció excesivamente cara, el servicio del vino bueno. recomendable siempre que no te importe o seas conscientelo que va a subir la factura. lo bueno se hace pagar.

Al entrar parece un sitio con encanto pero el aire del tabaco se acumula y es bastante irrespirable. El servicio no pone ganas y es bastante poco professional, sobretodo ellos. Los precios son exagerados (5 € por 3 anchoas!). Lo que es la comida no es mala en sí pero la RCP la hace mala. Lugar bendecido y con la cruz puesta

Bar de tapas interesante. Platillos de lujo a precio de lujo. El local tiene su encanto, aunque cómodo tampoco es. Está de moda y por ello cuesta encontrar mesa. Si cenas en mesa, está muy bien, en las barras, la incomodidad te hace que la velada no sea tan agradable. Buen servicio de vino. En definitiva un local para visitar, pero ojo con lo que pides, que la cuenta te puede salir carilla...

Ambiente estimulante, luz cálida, mezcla de taberna y look cool, cocina extraordinaria tipo platillos degustación, cada uno un orgasmo lingual, no apta para tragones ni amantes de raciones de abuela de pueblo, ni de apalancarse en mesa horas. Oferta vino excelente. Indispensable reservar, improvisar resulta un viacrucis, el éxito desborda a los camareros, algunos italianos maleducadísimos, buscar la rubia francesa eficacísima y charmante.

Cenamos extraordinariamente la noche del 17 de Junio de 2007, después de la corrida de José Tomás, Cayetano y Finito en la Monumental. Mi compañía era excepcional en asuntos culinarios, ya que Cecilio Lera y su hijo Luis Alberto me acompañaban. El gerente del local nos atendió muy amablemente (después de las presentaciones nos confirmó que conocía el Mesón de Labrador de Castroverde de Campos, que había visitado en 1992). El trato fue muy afectivo, el vino del Priorat muy bueno, y la comida muy bien elaborada. Todo estaba muy rico. El ambiente estaba un poco entristecido, no sé si tenía algo que ver que el Madrid había ganado la liga.
El precio, 300 euros por los tres me pareció un poco subido. Cecilio nos invitó muy gustosamente y fue una visita que obliga a volver.
Salvador Porqueras

He visitado este local por segunda vez en en 15 dias y la verdad me gusta , el trato es amable y los precios en los vinos de mas de 30 euros son correctisimos , osea qui sale mas varato beberte un termanthia que un Rpunto .. yo lo veo correctisimo ,,ahora bien el fallo por que algun fallo tiene,,, es que no tienen mucha idea del servicio correcto de los caldos , una pena!!! no es lo mismo beberse un vino de 20 euros que uno de 120 mmmmmmm pues no !!! el trato deve de ser otro , el vino se lo merece. ..tienen que mejorar ese aspecto , y que mas .... no se pueden tener botellas colgadas de oporto y luego decir al cliente que de eso no hay ,,,que esta solo para hacer bonito....mmm mal muy mal ,,,,te deja con las ganas ,, yo entiendo que frikis como yo en tema vino hay pocos , pero hay que mimarnos que somos los buenos clientes .
en el aspecto cocina , bien sencilla pero bien , muy divertida , pero el tema de la sal lo tienen que mejorar ..... menos sal maldon por encima y mas salar antes de cocinar !!!!! mmm me esplico :::la sal maldon esta muy bien , pero no penetra en el producto , hay que salar antes de cocinar para que se realcen mas los sabores , !!!! si no, lo notas insipido y de vez en cuando ..zas !! un punto de salado ,,,eso no esta bien!!! otro tema son las raciones !!! hay que ser mas meticuloso ,,, hoy 80 gr y la semana que viene 50 gr , aun asi es un sitio para ir ,,,yo repetire amenudo !!!! seguro que iran mejorando .

Poco puedo añadir que no se haya dicho ya sobre este local. Ubicado en Diagonal con Pau Claris, delante de otro clásico de la ciudad como es el Stinger. Pienso que es lugar ideal donde ir al salir del trabajo, hacia las 8-8.30. Mas tarde se llena y dado las reducidas dimensiones del local se hace dificil encontrar sitio. Se me ocurre que una buena ruta puede ser empezar en el Mut, pasar luego al Stinger y acabar en el bar (piso de abajo) del Moo. Y todo casi en un radio de 50m. Centrandome en el local, está claro que en verma todos estamos en familia y local que suena interesante aqui vamos a conocerlo. Local con mucho encanto, botellas a copas con vacuvin (ben vist tophat), ofertas interesantes, copas más que adecuadas. Las tapas y platillos elaborados. Los camareros con simpatia. En fin un local más de estos que aunan gusto por el vino con platillos elaborados. Éste además muy bien ubicado. Pienso que pasa a ser local de visita obligada. Pero en plan cena rapida en tamburete, para charlar distendidamente con Nerea. Tomamos surtido de tapas, más 4 platillos (rico las tallarinas y el foie con cebolla reducida) y coulant de postres. 3 copas de vino. 35 EUR p/p. No es barato, pero por local y por zona lo encuentro justo. Tornarem.

Nos encantó el diseño del local, con su piano, su precioso armario climatizado para los vinos, las pizarras con las tapas y platos destacados... vamos, que es un bar nuevo, pero que parece que tenga solera. Muy buenas y variadas referencias a precios no muy bestias. Selección aconsejable a copas con vacuvin en todas las botellas (me encantó).
Su gran inconveniente es el bullicio y la humareda que se forma cuando hay más de 15-20 personas. Aparte, la noche que estuvimos, nos sentamos con unos "pijos de libro", su ropa de marca bien visible, su bronceado caracartón, su voz nasal, sus "o sea, o sea" continuos... horroroso. Volveremos, pero un dia de cada dia a hora intempestiva.
No comimos nada, solo vineamos, por lo que pongo un 3 provisional en "Comida".