Es un restaurante que vive de la gloria pasada. A nivel gastronómico

Es un restaurante que vive de la gloria pasada. A nivel gastronómico presenta escasos atractivos. El local se ha quedado estancado en los años cuarenta (cuando se fundó) y es bastante incómodo ya que las mesas se encuentren tan cerca unas de otras. En la carta hay platos claramente fallidos y en la mayoría su presentación debiera mejorar. La carta de vinos no es la adecuada para un local de esta categoría -apenas hay 9 ó 10 grandes referencias- y el servicio del vino tampoco. Es un restaurante para ricos en el que la gastronomía queda en un segundo plano.

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