Situado en un bonito caserón de color rojo antes de entrar al pueblo de

Situado en un bonito caserón de color rojo antes de entrar al pueblo de Nulles, a unos 15 km de Tarragona capital. Comedor sencillo con pocas mesas. Cocina moderna pero basada en productos tradicionales, cocinada con esmero y sin estridencias. Carta no muy larga de entrantes y segundos platos con predominio de la carne,a precios moderados. Destacan los platos de cuchara (lentejas guisadas con calamares, patatas con crujiente de jamón) y tienen un arroz con setas buenísimo. Pan de pueblo muy bueno.
Carta de vinos corta pero de marcas "seguras" y a buen precio, por lo que no hay riesgo pero tampoco fallos. Platos, cubertería y copas de buena calidad. Servicio del vino correcto. Atención al cliente amable y diligente.
Hace poco tiempo han puesto en el jardín una carpa no muy bonita, que duplica el aforo. A ver si el servicio y la calidad no se resiente, pues a día de hoy me pareció un restaurante para volver y recomendar a los amigos.