Ahora se llama "La viña de San Julián" y supongo que lo llevará otra gente pues tiene otro numero de teléfono y, más importante, no se merece ninguno de los dos tenedores que tiene.
Lo mejor: la sala circular y el ambiente "a vino" que se respira debido a que al lado venden D.O. Somontano y otras delicias de Aragón.
Lo peor: todo lo demás. No tienen carta, la dicta la camarera y además con malas caras si le pides que te lo repita. Me sirvieron un entrecot en un plato minúsculo, casi desbordaba. Las camareras aparte de servir también venden en la tienda y si tienen clientes puedes pasarte más de 15 minutos esperando tu tarjeta de crédito para firmar la nota sin saber que hacen con ella. (increíble)

Restaurante situado en el complejo de San Julián, donde se ubica el Museo del Vino, la sede de la D.O,.Somontano, una tienda de vinos y delicatesen muy completa,...Me encantó el sitio, la decoración del comedor, la atención de las camareras,..., y además comimos muy bien un surtido de ensaladas muy originales y unas costillicas de cordero con pimientos y patatas para chuparse los dedos. Postres correctos y vino bien servido (obviamente Somontano). Incluyendo café y copa por 23€ por cabeza. Increíble pero cierto. Lo único que llama la atención, obligados por la "filosofía" del restaurante es que no tiene carta de vinos ni pueden ofrecer un vino en detrimento de otro, ya que representan a la D.O.Somontano. Muy recomendable si vais por Barbastro.