Lástima porque es un buen sitio, cercano a la carretera y con aparcamiento. Con una especialidad notable en la zona: los caracoles.
Curiosamente son mejores los platos elaborados: manetas, canelones de setas.. que la comida a la brasa (chuletas, embutido...). Los postres muy buenos, especialmente el helado de crema catalana. Las raciones más que completas. Sin embargo no ha tenido buenas críticas.
Es uno de los que utilizo en las subidas hacia pirineos en invierno o excursiones por la zona.