Reconozco que ir al Mesón el Labrador en Castroverde es lo más parecido a pasar un día en familia, y además entregarme con pasión a los placeres gastronómicos más auténticos. Y aún siendo un riesgo atreverme a hacerlo en verano (pues su cocina, en palabras del propio Luis es de invierno, la de caza, la de legumbre, es de una contundencia aplastante y siempre la recomiendo) hemos disfrutado de lo lindo. Para empezar, una pipirrana natural aderezada con esturión ahumado, germinados y huevas de trucha...... simplemente sensacional. Siguiendo un escabeche (marca de la casa) de bonito de temporada sabroso y sutil, sápido y suave. Un más allá de huevos con trufa, aire de boletus y espuma de bianchetto (el principio del infinito) que, en palabras de Gabriel (argug)... siempre justifican un viaje. Y de plato principal, una caldereta de lechal (que por algo ahora es época de corderos) a la zamorana en leve ajoarriero para, literalmente, chuparse los dedos. De postres, una tabla de quesos de Ruben Valbuena de Quesería Cantagrullas (ays, que locura de tocar el cielo con esos azules y los de pasta blanda !!!) y un compartir helados de la casa (plátano, mango, frambuesa y leche de oveja merengada). Mi complicidad con Ramón en el tema vino suele pasar, casi necesariamente, por los rosados de Prieto Picudo locales, siguiendo por el tinto de la casa (fermentado en barrica) que disfruto a tope vendimiando en su majuelo (por cierto, que este año está rico, rico!). Gracias una vez más a Luis Alberto Lera Collantes, a su madre Minica y a Cecilio por su buen hacer en la elección de este banquetazo. Y a Salvador Porqueras (salvapor) por la sobremesa y lo siguiente....
PD.- También hubo licores, y un GT estupendo y ligerito mas cafés. Mis acompañantes me confesaron abiertamente que, en sus dos meses de vacaciones en España, jamás habían comido tan bien como aquí. Y digo yo.... que por algo será !!!!!!!!
Concha menuda envidia sana, hoy he estado cenando fuera con los Compos e Isidoros y casualmente hemos comentado que este restaurante es excepcional y bien merece un rodeo de los grandes y tambien hemos hablado de los quesos de Cantagrullas.
Los quesos de Rubén (Cantagrullas) son capítulo aparte. Pero este menú de verano ha sido de espectáculo. Largo pero liviano, contundente pero ligero. Ni te puedes imaginar lo que me acordado de vosotros con ese huevo trufado...
Que hemos hablado incluso de ti, hacia calor y hemos comentado que en Zamora nos acostumbraremos....
Me retiro a descansar
El Cantagrullas! Sale muy bien parado en el hilo de los quesos...
Lo he probado y me encanta (el tipo torta)
Si, no lo dudes. Ese restaurante merece la alegría de un viaje.....
Lo tendré en cuenta. Zamora todavía es una asignatura pendiente...
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