Coincidir con amigos de fuera de la ciudad en el encuentro Verema lleva de la mano acudir a que conozcan quizás la bodega más emblemática y más antigua, creo, de la ciudad y que además está cerca del evento. Esta vez fue a cenar.
Tras un día arduo de llevar por las numerosas catas de mañana y tarde en el magnífico recinto del Hotel Las Arenas, con además una buena comida a medio día en Xaruga, hay gente capaz de seguir con una buena cena, así que allá fuimos.
El local no ha cambiado últimamente y tenemos la suerte que al ser un grupo de seis nos ubican en la mesa de debajo de la escalera, más cómoda y asilada que las sillas altas. Llegamos con retraso porque la última cata no se controló bien el tiempo, así que directos a la mesa y al tajo que la cocina no va a tardar en cerrar y está todo lleno incluida la barra exterior.
Para beber unas cervezas iniciales, un agua Perrier con gas, copa de tinto Jesús Madrazo selección y botella de Raventós i Blanc de Nit 2022 con servicio correcto sin más.
Revisada la carta nos decidimos por el menú Degustación 1836 (38€) de tapas icónicas desde 1836 que fue el año en que inauguraron; además lo reforzamos con 2 platos más, quedando tal que así, empezando por los extras que requerían del buen pan artesano del horno de San Bartolomé que nos trajeron:
. anchoas: perfectamente limpias, buen tamaño y buen AOVE de base. Solo quedaban 8 filetes así que repartimos equitativamente (1+ 1/3) pero hubiéramos repetido. Sobresalientes.
. ensaladilla rusa x 2: bien preparada con la mayonesa como hilo conductor, todo muy troceado. Muy bien.
. atún rojo marinado a las 7 especias: 2 cortes bien marinados y aliñados; siempre me ha parecido que el aliño se apodera del atún, pero bueno está.
. puerro templado en vinagreta de verduras: no hay espárrago blanco así que nos quedamos con puerro, bien escaldado y bien aliñado.
. pimiento del piquillo relleno: buen tamaño, muy relleno y deja un punto de textura suave con elegancia pero con sabor intenso. Muy bien.
. montadito de brandada de bacalao: con demasiadas diferencias en el tostado del pan, algunos no debían haber salido de cocina y a quien nos tocó, no dejo buen recuerdo.
. michirones: es un icono de toda la vida pero no todos los de fuera les gustó el adobo de las habas estofadas; aproveché y comí más de doble ración.
. solomillo de vacuno trinchado con ajos tiernos: punto de la carne medio alto, buena textura y sabor y buen complemento de unos ajos tiernos al dente. Notable.
. trufa artesana de chocolate y bastón de pastel ruso de Huesca con crema de almendras y avellanas. Final dulcito.
Algunos cafés e infusiones finales y un grato paseo por las estancias, sala de actas, bodega incluidas que gustó mucho gracias a la amabilidad de la encargada.
Mañana más, que no mejor.
puerros
atun
michirones
brandada
pimientos
carne
Buena cena. Unas jornadas muy completas en todos los aspectos. Que resistencia !!! Enhorabuena.
Saludos
Coincidimos en la reserva y pudimos juntar mesas.
Saludos
La verdad es que ha sido una maratón.
Saludos
Buena velada con la mejor compañía de compañeros veremeros, el próximo año reservamos la sala de catas y llevamos unas botellas ya que nos permiten el descorche.
Ma apunto.
Saludos
Nos llevó Nicolás una noche a cenar a este local, la atención de los camareros es de diez y tiene buen producto y buena carta de vinos aunque algo subidos de precio. Los michirones me recordaron mucho a los que hacía mi madre.
Yo iba antes de ir a la mili... Y están igual que entonces.
Saludos
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