UNA FOTOGRAFÍA

De la vez que fui a Mugaritz, hace un año. Aduriz y yo a lo Neal Cassidy y Jack Kerouac. Sólo nos hemos visto ese día. Aunque tengo la foto puesta en el salón. Todo fue interesante, desde las patatas caolín al viejísimo roble del jardín, la conversación acerca de R. García Santos, el maitre enamorado del Chef-Poeta...Volveremos a Mugaritz, pese a lo sosos que son los caldos, para tomar de nuevo los ñoquis de queso idiazábal, cuatro, cada uno con una brizna de hierba diferente, gelatinosos y deliciosos. Para probar de nuevo el escalope de foie con su deje ahumado de la brasa y su caldo de lechuga de mar. No es mucho decir que comer aquí fue interesante. Pero quizá eso es Mugaritz: sugerir algo, dejar entrever, insinuar más que mostrar. Todos sabemos que así siempre se quiere más, nunca te sacias...porque la saciedad es una sensación y una palabra que Adúriz tiene que odiar; y yo estoy de acuerdo.

  1. #1

    in vino veritas

    Excelente.
    es tal y como yo lo recuerdo y como lo tengo "conceptualizado".

    saludos

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