Mucho ruido y pocas nueces.

Después de la publicación como el 4º restaurante del mundo mundial, optamos por acudir a él antes de que se masifique (ya saben Vds. lo que pasan con cierta publicidades), de los dos menús que ofrece optamos por el tradicional y tenemos que decir que en general todo muy bien pero hubó platos que, al margen de la presentación, carecían de sabores. En el primer aperitivo, una cosa tan simple como la patata, carecía de sabor, ya adentrados más en el menú nos sirvió dos de cochinillo que uno estaba sublime y el otro nefasto, los calditos a gusto del consumidor y alguno que otro con cierta polémica. La cigala, el atún y los postres para quitarse el sombrero. Resumiendo: Local con mucho encanto y platos para todos los gustos, pensamos que tiene buena carrera por delante pero que le falta dar unos cuantos pasos, en terminos comparativos hay unos cuantos en el país que aún están muy por delante de él. Para finalizar decir que últimamente cuando preguntas por los cocineros todos están de viaje o enfermos y luego resulta que están a cinco metros tocando las castañuelas, una falta de respeto a tener en cuenta pues a todos nos gusta intercambiar unos comentarios y ver a los artifices en cuestión. Hasta la próxima.

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