Primera visita, local pequeño, con techos altos y con no muchas mesas.Disponen de una pequeña zona de barra donde se puede cenar y donde se ven parte de los productos frescos.

El trato muy amable y simpático.El tipo de cocina es de mercado, cena con todo al centro para compartir:
-Queso de cabra gratinado. No nos terminó de gustar, era una rodaja de queso de cabra frio pero venia gratinado (entiendo que con soplete). Pese a venir con confitura de tomate le faltaba algo.
-Cazuelita de base de patatas (riquisimas) con jamon iberico y 2 huevos.Plato sencillo pero rico rico.
-Entrocot trinchadito. La carne muy tierna y cocinada al punto, pero algo falta de sabor, acompañado de verduritas

Respecto al vino,el servicio flojito,consiste en descorche y dejar sobre la mesa,las copas muy mejorables y el precio (lo habitual) algo subido para el servicio ofrecido.Nosotros tomamos "Laderas del Sequé", a temperatura correcta.

Con cerveza,agua,vino,postre (crep de chocolate para compartir) y café. 26 euros persona.

Invitación de una rica mistela tinta con el postre.

Local pequeño, mesas muy juntas y comida y tapas a la vista (en la barra). Sin carta (al menos a nosotros no se nos mostró). Optamos por un revuelto de setas y ajetes, muy bueno, cuatro ostras, muy decentes, y cuatro gambas rayadas, un poco menos. Calamar a la plancha para finalizar (este no pasará a la historia). De postre un rollito de queso idiazabal y un plato de queso. Muy destacable el rollito de queso, de lo mejor. Acompañamos con un Maduresa 2005. Muy pocas referencias, y servicio del vino justo (abrir, catar y preguntar). Servicio muy simpático (de Bilbao). Invitación a moscatel y a pacharán. Ni fu ni fa.

Empezó un poco mal la noche, ya que no nos indicaron qué vinos tenían, y nos dieron el más caro... El pescado no tan bueno como en otras ocasiones, una lástima porque era su mejor baza... Luego ya, entre las alcachofas, los pimientos, la carne trinchadita...la noche acabó muy bien. El precio, sigue siendo caro. Volveré.

Entorno: Realmente no concibo que este sitio sea considerado como acogedor, se trata de una taberna con decoración retro, con reforma parcial del local en el que la zona de los servicios deja una pésima imagen. Presentación correcta de las materias primas entre las que se encuentran algunos mariscos y guisos. También forma parte del decorado el dueño que no se reprime de interrumpir la conversación que estés manteniendo y entrar en ella de manera parcialmente graciosa. Cubertería, vajilla y cristalería mal.

Comida: Empezamos con 3 croquetas de jamón (las peores y repito peores que he probado en mi vida) y 3 croquetas de bacalao (de esas que compras la masa ya hecha), seguimos con 6 anchoas sobre espejo de tomate (bien), 6 almejas al vapor (muy ricas) y 6 navajas (calidad media-baja). Bebimos cerveza en vez de vino ya que no tenían un servicio del vino que invitase al atrevimiento. En el precio que pongo por persona notése que no se trata de una cena sino de un aperitivo tomado por 3 personas.

En definitiva un lugar para no volver, para negarle la segunda oportunidad y para desearle una mejoría que puedan valorar clientes futuros.

Un local acogedor,imprescindible llamar para reservar porque posiblemente no tengas mesa(me a pasado)buena materias primas ,aparte de una vistosa presentacion.Muy buena calidad de mariscos y carnes,por no hablar de esos txipirones en su tinta... Aparte esto viene acompañado por cocinero patxi que te hace pasar un rato agradable con su buen sentido del humor

He ido varias veces, y la verdad no me convence. Ni la materia prima, ni el precio. El local pequeño, y decorado con gusto. Es de esas tipicas tabernas que proliferan actualmente con decoración retro. La carta de vinos variada,, y como cerveza Alhambra que no está nada mal. Pero en conjunto, mas bien decepcionante

Coincido en que la RCP es altamente aceptable y tanto la materia prima como el resultado final merecen muy buena nota pero, creo que en toda puntuación debería considerarse el servicio recibido. El dueño te trata con desdén y "echa" a los clientes que le ocupan una mesa demasiado tiempo. Para lo pequeño que es el local a veces se le va de las manos y trata de suplir su falta de organización actuando con despotismo ante el único camarero que tiene, que deseo firmemente encuentre pronto otro trabajo.
Después de esto A. y yo nos preguntamos: "y lo de "el Fino" ¿de dónde vendrá?".

Taberna de reciente apertura. Tomamos canaíllas, tellinas a la plancha, navajas, además de surtido de ibéricos, lacón, jamón 5j y cecina de león. De león, además de la cecina, tienen chorizo cular. Tiene alguna cosita más de marisco. Decoración típica aunque cuidada, pero deben mejorar algunos detalles (falta de algún tipo de mantel sobre las mesas, servilletas de calidad, etc...). Buenas copas, parece que van a esforzarse en el tema del vino, aunque en estos momentos están elaborando la carta. Correcta RCP. Un voto de confianza en espera de la evolución.