Contradicciones

La verdad es que nada más entrar me medio asusté, porque sabía que el local no era el mejor, pero la verdad es que para lo que se hablaba del servicio y tal, era algo decepcionante. Cubertería mala, platos como de los restaurantes chinos, servilletas de papel... pero fue ver la carta y todo cambió. Pedimos un carpaccio de calamar con una salsita y sal de tinta de calamar (impresionante), una ensalada de maiz y crujiente de jamón, un huevo en tempura, cecina de potro y solomillo de cebra. Todo muy bien preparado, servido con los tiempos correctos y muy bien presentado. La carta de vinos resultó de aspecto algo poco presentable (con fotos como en los chinos o en restaurantes para turistas), y las copas mejorables, pero luego el servicio y el conocimiento de los vinos por quien nos servía era increíble (se notaba lo que sabe y lo que disfruta hablando del vino). Para el postre, una torta de queso manchego, le dijimos que nos pusiera los dulces que viera más apropiados y puso un px, un monastrell y un moscatel con gusto a naranja de López Navarro. RCP muy buena. La sensación...sobre todo no esperar esos productos y servicio del vino en un sitio así.