Día muy desapacible de mediados de Enero. Ventoso, lluvioso…vamos el típico día como dice mi padre de las tres “B” ( Bota, Brasero, Baraja). Una reunión en Alcorcón, nos sitúa en tiempo y en espacio muy cerca de este lugar. Precedido por cierta fama del buen trato dispensado al vino, decidimos acercarnos hasta allá. En principio fuimos cuatro personas a tomar un vino en barra, luego nos quedaríamos tres a comer. Poco público, unas cavas detrás de la barra y una pizarra con unas 8 ó 10 referencias junto con una cristalería aceptable parecían que no íbamos errados en nuestras apreciaciones “vinícolas”. Aunque posteriormente no se confirmarían del todo, tal y como explicaremos.

Nos pusieron un vino en barra (ribera roble, sin acordarme de marca) acompañado de un caldo de cocido que estaba bueno y que nos sentó de maravilla. Nos despedimos del acompañante y pasamos a un comedor sencillo en su decoración pero con sensación de limpieza y bien climatizado. Nos proveyeron de unas cartas y nos realizaron unas sugerencias ( los platos correspondientes al menú del día). La carta era una colección de éxitos de los “80” y de los “90” haciendo un símil con las listas musicales de la época con lo que nos decidimos por lo siguiente:

Fabada asturiana: Así se nos enunció y como tal la pedimos. Buena , legumbre fina, caldo trabado y desgrasado con trozos de chorizo y panceta. Satisfactorio a pesar de que la legumbre protagonista del plato era lo que se conocen como judiones de la Granja.

Mis dos compañeros de mesa optaron por unas tosta de solomillo de cerdo, con salsa de cebolla pochada: tres medallones de solomillo servidos sobre unos trozos de pan con la mencionada salsa napándolos.

Yo opté por un bacalao vizcaína: un buen trozo de pescado cubierto por una buena salsa pero llevaba tomate…con lo que si no estoy equivocado estaríamos hablando de un bacalao a la riojana. Como digo, el bacalao un poco soso de sabor aunque bastante aceptable para formar parte de un menú de estas características.

Como postres, se pidieron un flan y dos cafés cortados. Todo esto quedaba enmarcado en el precio de 10€ por lo que podemos hablar de una buen relación calidad-precio.

En el tema del vino fue donde nos llevamos una pequeña desilusión:
Al pedir la carta de vinos, nos comentan que no tienen y que son ellos los que aconsejan que vino tomar. ¿Rioja o Ribera? Es su respuesta . ¿Qué referencias de Rioja? Sólo Viña Real… Y la otra opción también era de una única respuesta. Optamos por un anodino Viña Real del 2009 a 15€ dado a probar y servido en unas copas aceptables.

Tomamos tres GT´S de London con Seagrams a 10€. Tuvieron el detalle de invitarnos a otros tres y de esta manera dimos por acabada la comida.

Conclusión: si estás por la zona digamos que tiene un menú del día aceptable, pero alguien que pretende tener cierto gusto por el vino no puede cobrar tres euros por una copa de un vino discreto en barra y tener menos referencias en el comedor que en la pizarra de la entrada.

Precio total: 30€ de los menús, 12€ de los vinos en barra, 15€ del vino de la comida y 30 de los gin tonics igual a 87€

Como ya hay comentarios de otros comensales, hay que diferenciarlo para tomar unas tapas y para comer. Si quieres tomar unas tapas y no te importa pagar 3 euros por cada copa de vino (vino de 6 euros la botella en supermercado) no está mal. Ojo, que este restaurante no fabrica los vinos, así que si los vinos están buenos, será porque las bodegas hacen buenos vinos...

Para comer la experiencia ha sido horrible. En la entrada tienen dos menús, uno de 10 y otro de 15. Preguntamos si los tenías y nos dijeron que sí. Cuando nos sientas nos indician que sólo tienen el de 15 (será porque es Sábado). Le llaman Menú especial y consiste en: Primeros: salmorejo y revuelto de setas y de segundos entrecot de buey y merluza al gusto... y ya.
Pedimos salmorejo y setas. El salmorejo derramaba aceite. Dudo que fuera Salmorejo casero…el picadillo de jamón, al menos, estaba bueno. Las setas estaban insulsas, aunque la ración era generosa. Bien presentada.
De beber pedimos vino. Nos pusieron dos copas sin preguntarnos que vino queríamos y en la que apenas sirvieron un chorrito de vino. No nos dejaron la botella (la botella tiene un precio de 6,95 en mercado).
De segundos pedimos dos entrecot al punto. Cuando los trajeron no podíamos creer lo que veíamos. Ambos se habían quemado por la parte de atrás, (lo habían disimulado sirviéndolo por la parte no quemada) y uno estaba casi crudo y el otro, aunque sí estaba “al punto”, sólo sabía a carbonilla. Esto sin decir que éste último tenía más grasa que carne. Un desastre. Las patatas eran panaderas. Normales.
De postre pedimos natillas, ya que, aunque el camarero unos minutos después señaló a otros comensales que tenían cuajada y algo más, a nosotros sólo nos dieron la opción de natillas, piña y flan.
Las natillas eran ridículas. No estaban malas, pero apenas eran mayores que una degustación de esas que dan en los centros comerciales. Para terminar pedimos un café con hielo. Normal.
Señalar que como la copa de vino que nos pusieron era paupérrima, y los entrecot estaban quemadísimos, pedí que me sirvieran un poco más de vino. Cuando vi la cuenta me habían cobrado 3 euros por "rellenarme" una copa. Insisto que el vino es una viña real de 6,95 euros la botella. Cuando le pedí explicaciones a uno de los dueños me comentó que me había servido un buen vino, con lo cual, no sólo la comida fue mala, sino que cuando salimos del restaurante nos sentimos engañados y tomados por idiotas. Ni vuelvo, ni se lo recomiendo absolutamente a nadie, ya que por ese precio hay muchísimos locales con mejor comida, servicio y en el que no te intentan engañar.

Desde luego es un restaurante que destaca sobre todo por sus vinos, pero también por la comida.La carta de vinos es perfecta, tienes desde pesqueras y protos para los de toda la vida a Héculas, Casa Cisca,Clos Fontá,Regajal,Marboré,etc,etc para los más inconformistas.Todo a temperatura,copa Riedel,etc.Creo que estamos ante un futuro Wine Bar de renombre, sobre todo porque no hay nada igual en muchos km a la redonda (casi incluyendo madrid capital,ojo.Un 10 para Rober.

Estoy totalmente deacuerdo con el comentario del usuario "Jilguero" en cuanto a los vinos, suelo ir mucho por ese restaurante, pero también voy a comer, y en cuanto a la comida no comparto la opinión del anterior comentarista. Me parece una comida muy buena por no decir excelente, la variedad en la carta, y la elaboración es exquisita, debería apreciar mejor la comida casera...En cuanto al local, es lógico que lo puntue como "flojo" pero no hay que olvidarse de que si el restaurante "Las Nieves" estuviese en el centro, sería uno de los mas nombrados en la boca de todos.Un Cordial Saludo:

Mariano Poveda

Más que por el restaurante en si, que no es gran cosa, es por el vino. No suelo ir a comer pero si a tomarme unas tapas y a probar varios vinos. Tienen una carta muy amplia y fuera de carta tienen muchas otras posibilidades. No hay como hablar con Roberto y comentarle algún capricho. Falla en vinos fuera de la península.
Si alguna vez estais por ese pueblo y no quereis ir lejos, es uno de los mejores (si no el mejor) sitio de Alcorcón para tomarse unos vinos.
Para los vinos de barra (vino y tapa) copas normales, tipo burdeos de mediano tamaño, un tanto toscas. Si ya te vas a por un Aliones, un AAlto PS, Vega Sicilia, Tondonias etc, hay buenas copas, decantadores, enfriadores etc, a petición del cliente. Conservación en armarios etc.