Las opiniones anteriores que he leido describen todas, mi opinión.
La comida es irregular, algunas cosas muy buenas (pedimos unas gambas a la plancha estupendas), pero luego los mejillones al vapor estaban fríos y secos. El foie, era una especie de higado asado con cebolla. Lo devolví a cocina, cosa que nunca hago en restaurante, más por pudor que por otra cosa.
No coincido que sea un sitio para turistas que quieren comer tapas.
Hombre, hay que tener en cuenta que está muy bien situado.
Es realmente un lugar con mucho movimiento, donde los camareros (si es cierto que no tienen demasiada profesionalidad), van a un ritmo que pocos pueden aguantar.
Las tres veces que fui me quedé en la barra y fui bien atendido.
La pega, pedí una botella de Marboré y le pregunté al camarero si estaba de refrigerador....pues lo sacó de la nevera de los refrescos, que debería estar apagada, pues el vino estaba caliente. Creo que él, ni sabía de que estabamos hablando. Pero eso no es culpa de él, si no de su encargado o jefe que debería formarlo en ciertos conceptos sobre el vino.
La cristalería mala.
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