Volvimos un año después para corroborar que la experiencia anterior no fue

Volvimos un año después para corroborar que la experiencia anterior no fue una casualidad. Local sin problemas de aparcamiento. Las dos veces que hemos entrado, siempre había bastante gente en la parte baja,parece que es un bar para tapear (cosa que por cierto no tendría nada de malo), pero subes una escalera y tienen acondicionada una estancia muy agradable. Restaurante que ofrece muy buen servcio, y buenos productos. Nos ofrecieron por parte de la casa primero un aperitivo delicioso, un vasito con una crema de queso, tomate triturado y acietuna. Después con el café nos pusieron una bandejita con dulces. Buena ensalada de tomate, jamón y torta del casar. El solomillo al foie, perfecto. Creo que han ampliado la carte de vinos con bastante acierto: muchas denominaciones con un abanico bastente grande de precios. Tomamos Emilio Moro servido en buenas copas a temperatura perfecta. Dos postres probamos muy buenos: el crujiente de chocolate blanco, y la "deconstrucción" de mojito. En definitiva, un sitio para recomendar: buena relación CALIDAD-precio.