Sin duda uno de los mejores restaurantes de Extremadura. Está situado en

Sin duda uno de los mejores restaurantes de Extremadura. Está situado en una urbanización de las afueras de Plasencia, lo que permite poder aparcar frente al establecimiento. El local es muy elegante y el servicio, cercano y amable, alcanza también un buen nivel. La cocina, que podría definirse como regional actualizada, es excelente, con buenas materias primas y acertado tratamiento de las mismas. Todo lo probado estaba realmente bueno: Jamón de bellota, torta del Casar, mollejas de cordero con Amanita caesarea, carpaccio de presa ibérica, solomillo de retinto, lomo de bacalao confitado, vieiras con huevo trufado y cochinillo ibérico al horno. Los postres también magníficos. El riesgo de irse con hambre es nulo, pues las raciones que sirven son más que generosas. Precio imbatible (45 €/persona), con una de las mejores RCP de toda España. Las copas de vino, así como la carta de los mismos, están a la altura. Muy buenas sensaciones las que trasmite este restaurante, uno de los que más me ha sorprendido en este 2007.