Cena para 5, para algunos nuestra primera visita,para los demás era su tercera visita, local de pequeñas dimensiones, sencillo pero bastante agradable. Servicio bastante cercano y correcto.
Decidimos ir pidiendo todo al medio e ir picando, buenos productos y cocina sencilla pero buena.
Tomamos:
Pate de algas: Original y bastante bueno, bueno para abrir boca
Alcachofas rellenas de queso y huevo de codorniz: No me dijeron mucho
Rollitos de sobrasada y miel: Me pareció muy buena la combinación
Sardinas maceradas en vinagre: Correctas
Bacalao confitado en salsa romesco: Un lomo bastante grande, estaba bueno.
Milhojas de cordero: El plato estrella (los últimos serán los primeros), mucho sabor y la carne se deshacia. Plato para repetir
Como postre probamos una especie de flan, que creo que lo llamó Dulce de Germán y una tarta de chocolate con naranja.
Para beber, cervezas, agua y un par de botellas de Megala.Buen vino...
Nos comentó que tienen un menú al medio día con unos arroces espectaculares.
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