Fui por una cena familiar porque a mi tío le habían hablado muy bien del restaurante, y la verdad es que todos salimos muy contentos. Nos pedimos mogollón de platos de jamón porque nos cautivó, pero el arroz aun estaba más bueno. Animo a todos a que vayáis a probarlo!

Uff,!!.Que pena que por su ubicaciòn,tenga que ser un sitio de los de Valencia,donde muchos turistas van a parar; y me da escalofrìos.
Petardeo por doquier.
Los camareros gritan como descosidos las comandas, no dejando hablar a la clientela.
El "camarero" de detràs de la barra,es un poema,por su cara de dolor de estòmago,que transmite al pobre pagador.
El resto de personal de barra y sala,peleandose delante de la sufrida clientela-que como la mayorìa son turisras-,no se enteran.
Las tapas......
Que màs da !

Güirilandia en estado puro, el local lleno hasta la bandera, creo que la mesa de al lado y la mía, las únicas de nativos, a lo mejor dos mas de Españoles, el resto de todas las nacionalidades imaginables.
Local caótico y ruidoso.
La cocina es muy normalota, tirando a rancia y clasicona, con ciertos toques entre comillas “Caseros” y regionales. La propuesta: Lo que se espera de este tipo de locales, la calidad “Ni Fú, Ni Fá”.
La bodega aunque amplia, clasicona 100%
El servicio, como no, también la ONU.
Resto de detalles, toscos y muy poco cuidados.
El precio es tolerable, pero no te puedes descuidar ni un poco por que te Krujen! Como se te ocurra si quiera mirar algún marisco, se te escapa la cuenta y la calidad no lo merece.
Lo mejor, sin duda, el Jamón, eso si...Muy bueno!