Fue mi primera visita a Marcelo tras la reapertura.

El menú consta de 9 platos, a 60€ por persona. De primero un caldo de centollo, para mi gusto excesivamente salado (parece que habían salado excesivamente el centollo y vuelto a salar el caldo) Después un paté de anchoas y aguacate, con un pan de romero. Interesante elaboración, pero el paté mataba el sabor del pan. Boletus guisados con su propio caldo. Impresionante. Sopa de castañas asadas, se apreciaba perfectamente el sabor de las castañas asadas. Muy bueno. Chocos cortados como tallarines y su tinta. Gran manejo de cuchillo y novedosa presentación. La famosa merluza con salsa de pimientos. Muy buena. Ternera con yuca frita, buena combinación. Postre de lima, aguacate y maracuyá. Realmente delicioso. Parecia el perfecto colofón, pero después trajeron milhoja de centeno con crema. Bueno, pero a estas alturas ya sobraba. Bien el pan elaborado por ellos, flojo el café, que acompañan de trufa de chocolate. Vino Marqués de Griñón cabernet, 25€. Bien servicio, mejorada la decoración. Poca luz (como los restaurantes americanos) Para mi vale la pena