La ubicación del comedor restaurante es el predominante en este local que entiendo pertenece al propio hotel Torre Cataluña (planta 23), sus grandes ventanales nos ofrecen una perspectiva de 180º sobre la ciudad de Barcelona.
La carta de vinos peca de dos cosas, la primera es que debimos coincidir con un cambio de referencias o añadas pero faltaba de su stock un 20% de lo que se ofrecía y la segunda es que trabajan marcas y denominaciones de lo más comerciales, dejando en el olvido muchísimas D. O . Eso sí, el vino se sirve a temperatura correcta aunque las copas son sencillas.
Cocina basada en platos clásicos pero con toques acertados de innovación y presentación.
Lo único negativo a destacar si cave es la justilla profesionalidad del personal, su trato corresponde mas a otro tipo de locales con menos pretensiones.
Aproximadamente unos 45€ con Enate crianza incluido, sin duda volveré.
El Visual de la Torre Catalunya es un lugar interesante, espectacular en las vistas -probablemente único en este sentido-, pero que sin embargo no acaba de estar a la altura de las espectativas.
En primer lugar, algunos de los platos -por ejemplo, los ravioli rellenos de setas al foie- pecan de una clara falta de paladar a la hora de maridar gustos -estan rellenos de champiñones, que por supuesto se ven superados por la intensidad de sabor del foie-. Por otro lado, la carta de vinos es muy limitada para un local que se presenta con numerosas celosías cargadas de botellas de vino. Por otro lado, el servicio, aunque atento y servicial, es poco profesional en algunos otros aspectos que denotan una falta de coherencia que acaba siendo la protagonista en la impresión general que del local queda.
Resumiendo: platos de calidad aceptable -a veces incluso buenos- pero con algunos fallos incomprensibles; local bien acondicionado con vistas espectaculares; servicio atento aunque falto de la profesionalidad a la que aspira; carta de vinos muy mejorable; precios razonables teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto.
Resultado: para ir, sí, pero no más que un par de veces -y siempre con alguien a quien se quiera mostrar una panorámica de Barcelona-.
Cené en el Visual por la noche con dos amigos, de paso en Barcelona, quedaron alucinados por las vistas de Barcelona, el servicio muy atento, la decoración muy agradable, la comida esplendida, tomamos como plato principal : Carré (fantástico) y Bogavante acompañado con arroz a la salsa de coco (delicioso). Vino: Somontano Blanco Enate 2003, perfecto de temperatura.
Precio ajustado en relación calidad/precio.
Volveré.
El restaurante Visual, es un lugar para llevar a alguien. La verdad es que cuando me senté al lado de la ventana, me impactó. En cuanto a la cantidad y calidad de los platos, perfecto. Las raciones son justas, lo cual permiten llegar a los postres. Y en referente al servicio, ninguna queja, todo el mundo fué muy atento. Volveré!
La decoración del restaurante es excelente , la comida no está mal pero está muy industrializada , es decir se puede comer a un precio razonable con una calidad un poco superior a un citrus o attic pero sin llegar a tirar coetes , el servicio realmente pésimo tardaron muchísimo , les pedí el agua de la mesa 3 veces ! , sin servicio de vino , osea te lo sirves tú , la carta de vinos acertada y buena relación calidad - precio.
Seguro que no volveré.