Quedé impresionada por la calidad de la comida. Tanto el producto como la

Quedé impresionada por la calidad de la comida. Tanto el producto como la elaboración son excelentes. Comí una pasta con almejas de Carril que tardaré en olvidar. La milanesa es de la mejores que he comido, y he comido muchas en Italia. La carta de vinos es corta pero interesante. Nos tomamos un Cendrillon Domaine La Garreliere, servido a la temperatura adecuada y con copas de calidad (el vino nos costó 15€;). Como me habían comentado, ambiente selecto y buena música. El local es pequeño pero muy mono y acogedor, y el servicio es muy profesional. Mi única queja es que hay poca luz en el lavabo. Pagué 37€; encantada de la vida.