Cal y arena

Restaurante en la parte antigua con lo que conlleva de dificultad para aparcar. Decoración de hace años pero que cumple. Mesas, cubertería, copas, cambios de platos correctos. Gran amabilidad en el servicio y ganas de agradar, aunque empezamos con mal pié.
Cervezas de barril?: no hay, según explican había un barril y lo han dejado a otro bar cercano ¿?, quizás como eramos la única mesa reservada (luego vino una pareja más). Carta de vinos?: no hay. Carta de comidas?: vamos por el arroz de bogavante que parece el más celebrado por todos: no hay bogavante. Parecía que estabamos más en un recién inaugurado que un local con tanta veteranía.

Al final con buena voluntad de ambas partes y dejando elegir a Vicente el arroz, la cosa mejoró. Eramos 5 a comer todos con buena voluntad. Aparte de agua y pan, tomamos cervezas de botellín (¡qué remedio!) y una botella de Almirez y luego un Venta del Puerto nº 12, ambos vinos gustaron aunque algo altos de temperatura de servicio; dado a catar y una ronda de servicio y luego al centro.

A compartir un básico foie con buena mermelada de cebolla y aceptable pan tostado. Muy buenas croquetas de jamon (2 pp). Los otros entrantes los dejamos a elegir y fueron: Una porrusalda de bacalao con virutas de jamon, con buena elaboración pero muy escaso bacalao. Una ensaladilla con pulpo bien aunque tampoco andaba sobrada de pulpo.

De principal arroz para todos y el cocinero eligió de setas, alcachofas y gambas con caldo de pescado. Compleja combinación pero que resultó buena de sabor, arroz algo entero (para mí. perfecto) y bastantes tropezones.

Postres: un coulant bien segun referencia. Dos de canutillos de crema con helado de turrón y alguna media fresa: helado de corte de turron básico con canutillos crujientes con una crema pastelera aceptable, las fresas aportaban color pero no sé que más. Un tocino de cielo poco dulce pero denso, con helado de vainilla, también muy standar y unas fresas que aquí si parecían complementar el plato. Todos ellos con buen emplatado.

Cafés y tras fallido intento de PX o similar, aceptamos una mistela básica y dos copas en ración ajustada de Cardenal Mendoza y un desconocido e interesante Delamain francés.

Sensación final de que un poco nos había fallado el tiro, pero conseguimos reponernos y no salir derrotados.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Garrofero

    Hahaha, senyor Godoy, jo també vaig estar ahir al Chust Godoy, però de nit.
    L'anècdota dels vins, ja la llegiràs. Després de tot el rotllo, també ens van oferir l'Almirez i el Venta del Puerto; vam triar el primer (a molt bon preu, per cert).
    Amb els canutets de crema, no ens posaren maduixes, i això que el plateret valia 8 €!
    Jo no vaig veure el senyor Vicente.

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