No está mal pero tampoco bien

La verdad es que no está mal pero tampoco bien. De primero unos entrantes al centro. Queso con salsa de higos, champiñón relleno, foie caliente y calamar a la plancha. Raciones normales, cocina ya vista. De segundo optamos por la carne. Parece que el solomillo estaba exquisito pero mi entrecote era una autentica piedra con una salsa insípida ¿¡roquefort!? Basta decir que lo mejor de esa carne eran las patatas de guarnición. De postre sorbetes y el coulant de chocolate que es casi estandard en cualquier restaurante.
La carta de vinos tiene las DO habituales (Ribera, Rioja y vinos valencianos) y una sección con un poco de todo Los precios razonables. El servicio se limita dar a catar una vez abierto. Tomamos un Cepas Viejas del Bierzo que fue un descubrimiento, muy rico (por 19 euros). Por último café y licores.
Quizás reseñar que el precio es módico y el sitio agradable para salir a cenar con tranquilidad. Sin embargo, gastronómicamente es prescindible