No cambiéis

En el barrio milenario de El Carmen, que conforma el casco histórico de la ciudad de Valencia, se encentra este restaurante, con entorno exterior que me sorprendió muy gratamente.

En cuanto a su interior, ya se ha descrito de forma más que precisa por los comentarios (mas de 100) anteriores, por tanto no reseñare nada.

Muchos de los platos que tomamos también han sido descritos en anteriores comentarios, así que los enumero:

-Buñuelos de Brandada de Bacalao con muselina ajos tiernos
-Cocas de Sardina Ahumada, pulpo seco y Escalibada
-Sopa de Maíz con Foie y Arena de Quicos
-Garbanzos Marineros con Langostinos y Yemas de Erizo
-Dorada a la Sal con Pisto Casero
-Degustación de Quesos Artesanos de Europa

Todos a gran nivel (de sobresaliente), como era de esperar tras las experiencias anteriores comentadas, pero no puedo por menos que puntualizar unas cosillas:
¡Qué garbanzos¡ que se habían integrado en el sabor a mar de sus acompañantes.
¡Qué dorada¡ con su punto excelente lo cual es difícil en un tamaño, como del que se trataba que dio para cuatro raciones más que generosas, y el pisto(plato clásico y por tanto muchas veces degenerado), tenia un gran nivel también.

De beber: pues un festival a nuestra manera, con botellas aportadas, comenzando con Vermouth Oliveros y cerrando con Valdespino Moscatel Toneles, en medio desde un Shiraz de Enrique Mendoza, pasando por un Douro tinto y por un blanco con un acidez extraordinaria, de los cuales lamento no haber tomado nota y ahora no me acuerdo(desde aquí gracias Javier, a Alex y como no a la familia de la Pitanza).

Posiblemente os resulte extraño que no me acuerde de ciertos nombres, pues os digo que estaba a disfrutar de todo( comida, compañeros, vinos, entorno etc..) que cuando me di cuenta ya se me habían pasado por encima los nombres.

El servicio del vino, a pesar de la papeleta que les presentamos, a gran altura.

El servicio de mesa-sala, como debe ser lo habitual tras los comentarios, también con gran profesionalidad, no iban a ser menos ese día.

En cuanto a la sensación del entorno interior, mi opinión quizás os puede parecer mediatizada por los detalles de vio , compañía etc., pero solo os digo que había 3 mesas más(era un domingo por la noche y en general la gente suele recogerse pronto ese día y a esa hora), pues dos de ellas permanecieron en la sala hasta muy tarde, con animadas conversaciones, nada altisonantes, y entonces me acorde del comentario emitido sobre este restaurante en el blog Compartirmesa, cuando escribe: “Cuando entras en el restaurante por primera vez notas que algo lo hace diferente” o “Esa atmosfera es la que le otorga personalidad propia” totalmente de acuerdo con esas frases, nada mas que yo tarde en percatarme y no lo percibí a la entrada.

No puntuare el capitulo precio, dado que no me dejaron abonar nada, aunque quizás debía poner en el mismo un diez, avalando la teoría que me comento una vez un veremero, que sostenía que cuando no pagas nada, es cuando más justificado esta el poner un diez.

Gracias a los compañeros y le digo a la Familia de La Pitanza, por favor no cambiéis y gracias con mayúsculas