CONSOLIDACIÓN

Tras bastantes semanas sin pisar este restaurante, volví un sábado a mediodía con dos de los comensales más exigentes que conozco: mis progenitores.

Sobre el local, su ubicación y demás pormenores espaciales no comentaré gran cosa por haberlo -y haberse- hecho anteriormente. Entraba una agradable luz por las ventanas que dan a la calle Quart que se fundía correctamente con la iluminación del local e invitaba al sosiego. Un detalle que me llamó la atención fue la ausencia de servilletas en todas las mesas desocupadas. En cualquier caso, local al 45-50% de su capacidad, lo cual me encantó pues me esperaba uno de su habituales llenos. La reserva la hice vía Verema, pero no lo habían confirmado aún, lo cual no fue problema por lo apuntado en la frase anterior.

Optamos por el menú de fin de semana que se ofrece. En concreto, tomamos los tres una crema de calabaza aromatizada con hierba buena como primer entrante. Sabor intenso matizado por la frescura de la hierba, textura suave, servida en un cuenquecillo de graciosa factura. Vino muy bien pues veníamos con frío. Como segundo entrante, tomate raff con ventresca. Sencillo como pocos, pero con un sabor -en especial el del tomate- que hacía AÑOS literalmente que no disfrutaba. Y es que hoy en día, entre invernaderos, anabolizantes vegetales, experimentación genética, etc. los tomates no son lo que eran (¿¿Y qué lo es?? os preguntaréis...). En fin, buenísimos, se nota la proximidad del Mercado Central y las ganas de ir adrede a comprarlos para regalarnos un poco de sabor a huerta de verdad.

Pasamos a los platos principales, que resultaron ser unos gazpachos manchegos y un arrocito de marisco "pelaet" con ajos tiernos. Se confirma la teoría de que en cada sitio hacen un arroz diferente, con sus puntos de cocción, sus sabores, sus ingredientes a la hora de hacer el caldo. A mí -y al resto- el arroz de La Pitanza nos pareció sencillamente una barbaridad culinaria. En el buen sentido. Todo lo que se puede esperar de un buen arroz, ahí quedó plasmado y para el recuerdo; lo recomiendo encarecidamente. Los gazpachos, especialidad de la casa como rezaba el menú, no se quedaron atrás. Tuve la oportunidad de "ayudar" a quien los pidió y tenían un sabor extremadamente intenso, como se espera. La carne perfectamente armonizada con las pastas y las especias. Muy bueno, de verdad. Pero es que el arroz...

A la postre, quizás lo más flojito (aunque hubiera pasado perfectamente sin postre, pero ya que va incluído...), nos sirvieron un pastel de chocolate con confitura de zanahoria. Original ésta, y bastante buena. Luego unos cafés, que tienen el detalle de preguntarte cómo los quieres (largos, medianos, cortos...) y como colofón obsequio de mistela tinta que resultó igualmente original, como se ha comentado.

En el apartado del vino, nos decantamos por un Beryna 2007 que siempre cumple y esta vez no fue menos. El servicio fue correcto sin más, aunque después de mis últimas experiencias quizá el vino ya había alcanzado toda su plenitud y yo, en mi ignorancia, confieso desconocerlo. No obstante, lo más llamativo de la comida y que a la vez recomiendo a quienes visitéis el lugar es que pidáis la cerveza de Ferrán Adrià. Se sirve en copas de vino blanco y posee una cantidad de matices increíble; de hecho, por su tamaño y sus características (75 cl., se sirve en cubitera) se puede pedir perfectamente para acompañar una comida o una cena, hasta los postres. Hugo nos aconsejó de maravilla. Gran descubrimiento. Por cierto, ambas bebidas a buen precio (Beryna 19 euros si no recuerdo mal, la cerveza 8 euros).

El servicio algo lentito, pero el hecho pasó desapercibido. En conclusión, una de las mejores opciones para comer en Valencia, siendo su oferta en este sentido mejor que la de la cena –en mi opinión-, con una RCP más que atractiva y unas materias primas de primera. Me gustó mucho y espero volver y seguir disfrutando de su buen hacer y amabilidad. FELICIDADES.

  1. #1

    Vinsimes

    El azote de Don Enrique se ha moderado? La verdad es que la línea de la Pitanza es muy correcta siempre no? O es que te has asustado desde lo del comentario anterior y los palos que te venían por todos los lados jeje....

  2. #2

    Don_Enrique

    Buenas Sr. Vinsimes!! de ninguna manera, a mi los palos lejos de amilanarme...me motivan!! jejejeje!

    En este caso hay que decir que, con sus pequeños defectos (que todo lo tiene, excepto mi novia que me nubla los sentidos convirtiéndom en una suerte de no-muerto), sales de La Pitanza my satisfecho por lo comido, lo servido, lo bebido y lo pagado. Es un ejemplo.

    Por cierto, como va por la capital de La Safor?? Alguna novedad interesante en tu restaurante?? Me muero de ganas de ir!! Saludos

  3. #3

    Lapitanzavalencia

    Muchas gracias por el comentario. Seguiremos trabajando para intentar mejorar.

    Un saludo.
    Hugo

  4. #4

    Lapitanzavalencia

    Vinsimes: Te debo un menú que prometo enviar en breve.
    D.Enrique: Acabo de entrar y; ¡Vaya tela la "cola" que te ha traído el comentario del varapalo!!! Un saludo.

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