En la interesante Bayonne y cerca de Les Halles, un interesante mercado con opciones de tapeo y de comer en los alrededores, un poco más alejado de la confluencia de los ríos y en el límite de la ciudad antigua amurallada, se encuentra este local al inicio de una de las calles más transitadas de la ciudad.

En principio fuimos con la idea de que sería de cocina vasca con aires franceses, quizás pinchos, nos encontramos con un local con terraza sobre zona semipeatonal y con un interior alargado en su entrada con la barra y caja a la izquierda y al fondo se abre de forma rectangular con más mesas, a veces compartidas sin querer, algo oscuro con decoración mesas sin mantel y sillas tipo taberna. El tema de copas, vasos, etc pues en lo más básico.

La carta de comidas viene escrita en pizarras de las que se ponen en la calle anunciando las comidas. El servicio es amable, entiende castellano justito. Pedimos para beber cerveza y un vermut anónimo y agua filtrada (o no) en botella destapada.

Para comer:

. cochon de lait, lentilles: cochinillo con algunas zonas algo resecas (recalentamiento) siendo la carne buena; las lentejas se las debió comer el gorrino. Bien sin más.

. entrecotte sauce brebis, frites: una buena pieza de carne en un punto correcto y con patatas fritas y una salsa que aparentaba lácteos que no me entró por el ojo. Notable.

. torrija: la versión francesa de pan mojado en leche y sin helado. Mejorable.

. babá au ron: un postre muy francés que la verdad estaba bueno, jugoso y sabroso.

Nos fuimos rápido.