Años han pasado desde la ultima vez que estuve, la reforma habilitada recientemente le da un aire actual, menos topicazo regional, tambien han cambiado la carta aunque siguen manteniendo sus recomendables arroces, eso si, las raciones saben a poco, muy poco si se tiene en cuenta el precio de las mismas, no se yo esa mania de a lo tradicional volverlo minimalista en su contenido y ampliar el tamaño del plato, pero en fin, ellos sabran, la bodega la cuidan esmeradamente dando importancia a los caldos valencianos, algunos de marcada actualidad como Terrerazo, Maduresa y el todo terreno Mestizaje, buen servicio de copas y lentitud entre los platos, lugar centrico y bien acondicionado, se ve la elaboracion en cocina gracias al gran cristal que separa el comedor de la misma.

Restaurante casi centenario (desde 1908 han pasado ya cuatro generaciones familiares) en el que se ofrece cocina tipica valenciana.
EL local es amplio y con una decoración tradicional. Las mesas quizás un poco juntas (la nuestra cojeaba)
La comida no se pasa. Las entradas buenas y los arroces, que se supone que son la especialidad de la casa, no me convencieron (el de verduras, por ejemplo, sabía a Avecrem). El postre, mousse de limón, sí que me gusto.
Carta de vino correcta con atencion especial a los vinos de Valencia, Ribera del Duero y Rioja.
El servicio correcto sin más