Los hermanos Roca, imparables

Conocía las instalaciones del actual Esperit Roca por una visita al restaurante de Jordi Cruz hace unos 3 años.

Decir que todas las instalaciones son espectaculares. Casi justifica la visita conocer el complejo de restaurante, hotel, jardines, exposiciones y la vista.

Mesa reservada hacía unas semanas a las 19:30 horas para llegar con tiempo de ver una bonita puesta de sol.

Acceso por una recepción donde te invitan a ver una exposición de la historia de los hermanos Roca y la tienda, donde puedes comprar libros, productos de Casa Cacao, destilados, ... y todo el merchandising de los hermanos estrellados.

La persona que nos atendió inicialmente y nos explicó la exposición y la tienda nos acompañó al comedor, visitando en el trayecto la espectacular bodega, en construcción, en un espacio "abovedado" de piedra con climatización artificial adecuada y que guardará unas 80000 botellas. El sueño de un somelier.  

Comedor elegante, con separaciones arquitectónicas entre mesas y con un lateral de vidrio que permite ver la terraza exterior y permite la entrada de luz natural.

Presentan 2 menús, uno dulce y otro salado, y carta con platos clásicos del Celler. Nos atrajo la carta porque las 2 opciones de menú no eran de nuestra satisfacción.

Los platos escogidos de entrada fue el clásico Timbal de manzana y foie y una Ensalada de atún rojo, excelentes ambos. Recomiendo consultar la carta en la web porque encontraréis una descripción detallada de todos los platos. 

Los segundos, un Escabeche de lucerna roja y un Brioche de pularda, también a un gran nivel.

Los postres, compartidos, Anarkia de chocolate, diferentes presentaciones y tipos de chocolate, un éxtasis para los amantes del cacao.

Previo a los primeros sirvieron unos snacks, con una presentación original y que representaban a 5 países. No recuerdo su composición, pero adjunto las fotos para tener una idea. En relación a los panes, 3 opciones, acompañados inicialmente de degustación de mantequillas. Una salada, otra de anchoa y olivada y una tercera de remolachas. Las tres presentadas en el interior de una roca que se encontraba en la mesa.

Y con los cafés unos petit fours correctos.

La carta de vinos la presentan en 3 volúmenes. Ante la dificultad de hacer una elección adecuada pedimos consejo al somelier indicando el precio máximo que nos queríamos gastar. La propuesta fue un interesante Malvasía Rosada 2018 de Suertes de Marqués, del Valle de la Orotava, original y que nos gustó.

Servicio amplio, joven y muy profesional. Cualquiera de ellos nos respondió las preguntas relacionadas con los platos, su composición y elaboración, lo que es muy de destacar.

Viendo las instalaciones, el hotel al lado, la excelsa bodega y las grandes posibilidades del espacio no sería extraño el traslado del Celler a este lugar.

Y la relación calidad – precio extraordinaria. Visita muy recomendada.