Servicio muy mejorable

Nuevo pequeño local en el centro de Náquera aunque alejado de la ruta ciclista pero con mucha afluencia de gente local. Dispone de una agradable terraza cubierta y un pequeño espacio interior junto a la barra de servicio y cocina. El nombre del local es una expresión muy valenciana de la forma de comer que significa "comer a gusto" aunque su traducción literal sería "comer a bocado redondo".

Está al cargo de Lucas que su bocadillo "mel de romer" quedó finalista el año pasado en los Cacao d´Or; antes estuvo de cocinero en el restaurante Huerta y huerta de Ruzafa. 

Tras aparcar, que no es fácil, entramos a saludar a Lucas y nos sentamos en la terraza (ésto sí es una terraza y no unas mesas en la acera) en una mesa sin mantel y de tamaño ajustado para los tres. Nos traen la carta y nos advierten que les fallan 2 bocadillos aunque la carta es un folio escrito a máquina; separa los bocadillos populares y habituales (7€) de los llamados gourmets (10€). Los bocadillos son panes de buen tamaño, no son barras de pan cortadas lo que es de agradecer, siendo muy buena la calidad del pan y muy abundante el relleno de los mismos. 

Después de un buen rato sentados con las bebidas, a saber: vino, innominado servido en una frasca, con gaseosa reclamamos los cacahuetes y aceitunas que tardaron un buen rato en llegar. Más aún tardaron los bocadillos, según nos dicen por un error en la comanda a su llegada a cocina, pero es que las mesas cercanas tampoco fueron nada rápidas.

Tres habituales vecinos, y sin embargo amigos, que pedimos.

. "mel de romer": una expresión muy valenciana que equivale a decir "exquisito", aunque literalmente es miel de romero. Consiste en figatells de sobrasada, cebolla plancha, crema de queso Catí, bacon caramelizado en miel de romero y huevo frito: un producto muy valenciano, bien elaborado, sabroso y creativo; el remate de un huevo bien frito mejora además de entrar por los ojos. Imprescindible.

. "pescaoret": bacalao rebozado, salsa de tomate casera, cebolla plancha y pimiento frito. Buena calidad y tamaño de los trozos del pescado, bien el rebozado y bien los complementos. Recomendable.

. embutido con habas: buena calidad del embutido. Referido como muy bueno.

Como desquite Lucas nos trae una tapa especial: ensaladilla de sepia en su tinta: buena textura pero la tinta en la ensaladilla no acaba de integrarse. Sorprendió más que enamoró.

De nuevo tenemos que reclamar los cafés que de entrada fueron 3 cremaets buenos; alargamos un poco la sobremesa a pesar del tiempo transcurrido y nos dió tiempo a repetir final aunque esta vez fue cremaet, café y brandy de una botella muy añeja ¿? y traído con hielo ¿¿¿???; de nuevo tardaron tanto que hubo que reclamarlos y casi nos lo tenemos que tomar de golpe por lo tarde que se había hecho.

Buena mano en cocina, buenas opciones de bocadillos fuera de los habituales pero hay que mejorar el servicio (anotado en el tema del vino) bien el personal de sala o bien la salida de platos de cocina, donde esté el problema que hoy fue un problema de verdad.

El precio fue excepcional: solo cobraron los bocadillos por tema de relación personal.